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La Gran Ruta de Suiza: la mejor ruta de Europa para hacer en coche o en moto

Esta ruta de 1.600 km, señalizada y adaptada para coches eléctricos, invita a descubrir los grandes atractivos de Suiza

JAVIER CARRIÓN

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La Gran Ruta de Suiza recorre los paisajes más bellos de Suiza. En la imagen, la carretera a su paso por el lago de St. Mortiz Switzerland Tourism

Así es la Gran Ruta de Suiza

Desde esta primavera hay una original manera de descubrir Suiza recorriendo las carreteras más bonitas del país. En total son 1.600 kilómetros de ruta que permiten adentrarse en los rincones más atractivos de este país centroeuropeo, de norte a a sur y de este a oeste, explorando los espectaculares paisajes alpinos y las joyas culturales que incluyen doce sitios con el sello de Patrimonio Mundial de la UNESCO y dos Reservas de la Biosfera.

Desde el punto de vista turístico, no falta nada importante en esta Gran Ruta de Suiza que cuya idea inicial se remotan a 2015 . El objetivo de los responsables del turismo helvético no era otro que mostrar de un modo diferente los grandes atractivos del país , planteando una experiencia más enriquecedora, en la que todos los suizos se han sentido involucrados. Una propuesta en la que los visitantes pueden interactuar directamente con la población local al tiempo que viajan al volante de su coche o moto, con la posibilidad de hacerlo sin ningún riesgo en un vehículo eléctrico , divisando lagos, glaciares, montañas, ríos, arroyos, castillos, iglesias y teniendo la posibilidad de dormir en un hotel con encanto «lifestyle» , un resort «wellness» o simplemente sobre la paja en algún pueblo escondido de las montañas.

Porque la Gran Ruta de Suiza concentra los mayores atractivos del país viajando por carretera pero evitando siempre las autopistas . No escasean en él experiencias acuáticas como la visita a Schaffhausen, nombre que reciben las cataratas del Rhin, un paseo por el lago Lemán en barco admirando el castillo de Chillon y los viñedos de Lavaux; o a los museos de Zurich, Basilea y Lausana y las ciudades históricas de Stein am Rhein, cerca del Bodensee, Berna y Lucerna con su histórico puente de madera, o a la hermosa Jungfrau, ascendiendo a la estación de tren a mayor altitud de Europa (3.454 m).

También sus valles aislados son aconsejables para descubrir los secretos del queso de Gruyère o el origen de las populares galletas «Guetzli» y sorprenderse con las costumbres de Maienfeld, el pueblo de Heidi , o las de Appenzell en el cantón con las raíces tradicionales más arraigadas del país.

Elegir el camino

Lo mejor será, sin duda, estudiar antes la Gran Ruta en MySwitzerland.com/grandtour y empezar a diseñar nuestro camino, teniendo en cuenta que los organizadores helvéticos recomiendan que se cubra en sentido de las agujas del reloj (no podía ser de otra manera estando en Suiza) y que al menos se precisan siete jornadas de viaje en coche o moto conduciendo al menos cinco horas al día.

Con toda seguridad no habrá problemas de orientación porque toda la ruta está señalizada y las señales y puntos de información se pueden ver en los cruces de carretera. Sí conviene saber antes de organizar el viaje que la ruta aconsejada es circular con tres accesos al país si se llega en coche (Ginebra, Basilea y Lugano) y otros tres en caso de aterrizar en avión y alquilar un vehículo (Zúrich, Ginebra y Basilea).

Por último, una recomendación final para los aficionados a la fotografía. En un país con tan asombrosos paisajes dignos de fotografiar y grabar en video los organizadores de la ruta han colocado los llamados «Photo Spots» , señalados con un marco rojo en la ruta, para que no se «escape» ningún punto panorámico con las vistas más excepcionales. Los mejores lugares, sin duda, para captar la gran belleza de Suiza.

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Región vitivinícola de Lavaux Switzerland Tourism

La primera ruta del mundo adaptada para coches eléctricos

Uno de los alicientes de la ruta es que se puede realizar sin ruido de motores al volante de un coche eléctrico o de una moto disfrutando aun más de la prodigiosa naturaleza suiza. Durante el recorrido hay 300 estaciones de carga que permiten disponer de corriente y autonomía suficiente durante los más de 1.600 kilómetros del itinerario. Estos puntos están convenientemente señalizados y se localizan en hoteles, restaurantes y muy cerca de algunas atracciones turísticas. Más información:

MySwitzerland.com/e-grandtour

La ruta

Extensión: 1.600 km

Orografía: 5 puertos de más de 2.000 metros de altitud

Agua: 22 lagos que superan los 0,5 kilómetros cuadrados

Crisol multicultural: 4 idiomas nacionales y algunos dialectos

650 señales oficiales

Punto más bajo de la ruta: Lago Maggiore (193 m sobre el nivel del mar)

Punto más alto de la ruta: Puerto de Furka (2.429 m)

Atractivos: 12 patrimonios mundiales de la UNESCO y dos reservas de la biosfera

Gastronomía: 117 restaurantes con estrella Michelin

Época recomendada: De abril a octubre

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El Cervino (o Matterhorn), un símbolo de Zermatt y de las montañas en Europa Switzerland Tourism

Zermatt y su famosa montaña

La Gran Ruta de Suiza es un recorrido y una experiencia vacacional incomparable, pues a lo largo de sus 1.600 kilómetros se concentran decenas de paisajes naturales y monumentos históricos de gran belleza. Esta es solo una pequeña selección de siete destinos imprescindibles durante el viaje.

Zermatt y su famosa montaña

Los habitantes de Zermatt llaman a su montaña mágica «z’Horu», pero el Monte Cervino es para todos el símbolo de Suiza, el más fotografiado y el más apreciado por los alpinistas que lo consideran «la cumbre de todas las cimas» . La estación, prohibida para los coches, está rodeada por 37 picos de más de cuatro mil metros de altura que convierten a este lugar en una auténtica postal de ensueño. La fama se la lleva lógicamente Matterhorn , su nombre en alemán, porque más que una montaña parece una pirámide situada estratégicamente en la frontera natural entre Suiza e Italia. No hay nada como subirse al tren cremallera que conduce al Gornergrat (3.089 metros) para poder disfrutar de la vista del Cervino, los glaciares y el también famoso macizo Monte Rosa . Incluso los más atrevidos, siempre que el tiempo acompañe y los remontes no estén cerrados, pueden llegar al mirador más alto de Europa (3.883 m.) mediante un teleférico. Además de la panorámica de vértigo, el excursionista puede admirar el Glaciar Paradise , una gruta de hielo situada 15 metros debajo de la superficie donde se organizan degustaciones de vinos del Valais, o disfrutar de un auténtico «paraíso» para los esquiadores con más de 300 kilómetros de pistas.

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Los tres castillos de Bellinzona Switzerland Tourism

Bellinzona, la ciudad de los tres castillos en Tesino

Tres castillos componen el «skyline» de Bellinzona, la actual capital del cantón suizo de Tesino . Las tres fortalezas, reconocidas por la UNESCO como Patrimonio Cultural Mundial, constituyeron una barrera histórica, en tiempos inexpugnable, ante los impresionantes Pasos de Gottardo y San Bernardino que dividen geográfica y culturalmente a Suiza en dos comunidades: las de habla alemana e italiana. Bellinzona es, para los helvéticos, la ciudad más italiana de Suiza . Sus colores, el rojo y el azul, nos recuerdan los del F.C. Barcelona, pero realmente a sus veinte mil habitantes les interesa poco el fútbol. Prefieren los partidos de hockey sobre hielo, aunque tengan que acercarse a Lugano , o disfrutar de sus tradiciones. Como el «bissolo», un pastel cubierto de chocolate realizado con mermelada de castaña, que reproduce la moneda local de 1500. En su cara destaca una llamativa serpiente que la familia milanesa Visconti instauró y que ha acabado siendo el símbolo de esta bella y tranquila ciudad suiza.

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El impresionante salto de agua de esta zona del alto Rhin Switzerland Tourism

Rheinfall, el mayor salto de agua de Europa

Impresionado por el sonido de las cataratas del Rhin, Goethe escribió en 1797 en su diario que estos saltos de agua, los más grandes de Europa, eran las «fuentes del océano» . Al célebre escritor alemán le impactó la velocidad y la violencia de las aguas a su paso por esta zona del alto Rhin, situada entre las localidades de Neuhausen am Rheinfall y Laufen-Uhwiesen, a 4 kilómetros de Schaffhausen, en el norte de Suiza , lindando ya con la frontera de Alemania. Y ese cauce de 150 metros de anchura con una caída de 23 metros sigue maravillando hoy a los turistas que se acercan a este emblemático punto por el que fluye una media de 600.000 litros de agua por segundo. El caudal varía en función de la época del año en que se visiten las cataratas, pero siempre es en el final de la primavera cuando alcanza sus mayores niveles debido al deshielo de las montañas suizas. El éxito turístico de este espectacular emplazamiento natural resulta incuestionable, pues lo visitan un millón trescientas mil personas cada año.

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Un rincón del nuevo museo Charlot Switzerland Tourism

Vevey y el mundo de Charlot

En Vevey, a orillas del Lago Leman , Chaplin's world muestra en la residencia suiza del famoso cineasta un museo interactivo que narra su vida familiar y su obra artística. El museo, promovido por tres de los hijos de Charlot, fue inaugurado en 2016 después de quince años de duras negociaciones entre la familia y las autoridades suizas.

El museo incluye un estudio al estilo de Hollywood, un recorrido con imágenes que detallan la vida y obra de Chaplin , apoyado por los escenarios de sus películas más clásicas, y un paseo por su mansión – la sala de estar, el comedor y la biblioteca en donde Chaplin solía escribir su autobiografía y preparar sus guiones- con los objetos más queridos del cineasta, como un violín, las fotografías de su álbum familiar o un viejo plano de Londres. Llama la atención que muchos de esos objetos se pueden tocar por los visitantes y que toda la muestra está salpicada de figuras de cera de todas las épocas: desde el propio Chaplin, su esposa Oona y sus hijos, a contemporáneos como Stan Laurel y Oliver Hardy o Albert Einstein, pasando por otros más modernos como Michael Jackson, Roberto Benigni y Woody Allen. Chaplin pasó los últimos 25 años de su vida en esta residencia hasta su muerte en 1977, a los 88 años.

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El tren del Jungfrau llega al «techo ferroviario» de Europa Switzerland Tourism

Jungfraubahn, un tren en la cumbre de Europa.

Si hay en Suiza un viaje espectacular en tren ese es el que asciende a la Jungfrau a través de los montes Eiger y Mönch. Desde hace poco más de cien años esta subida espectacular al «techo ferroviario» de Europa seduce a alpinistas y turistas. Y es que, a casi 4.000 metros de altura, la naturaleza estalla alrededor de las tres míticas cumbres alpinas y el glaciar más grande de Centroeuropa.

La inauguración de la línea en 1912 permitió, como lo sigue siendo hoy en pleno siglo XXI, disfrutar de una increíble excursión por los glaciares alpinos . Gracias a este tren cremallera que penetra por la roca hacia el interior de la montaña los primeros turistas pudieron incluso conocer panorámicas sorprendentes del lugar desde dos aperturas protegidas por una barandilla que en 1972 fue sustituida por unas ventanas panorámicas. Situadas en las dos paradas previas a la cima (el Mar de Hielo, «Eissmeer», y la Pared Norte del Eiger, «Eigernordband»), estos privilegiados miradores permiten descubrir los «hielos eternos» con bloques desprendidos del tamaño de una casa casi como si el visitante los tuviera delante de sus ojos a solo unos metros. Todo un inesperado espectáculo visual cuando el oxígeno comienza a disminuir en los pulmones y el conductor del convoy recomienda a los pasajeros no correr ni moverse agitadamente para gozar de estas panorámicas mientras el cuerpo va adaptándose a la altitud. Un consejo para los visitantes: conviene madrugar y partir pronto desde Interlaken, pues la excursión puede durar casi un día completo.

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Uno de los puentes de Lucerna Switzerland Tourism

El puente de madera de Lucerna

Situada en un hermoso paraje alpino, a orillas del Lago de los Cuatro Cantones , Lucerna enamora por su belleza y el encanto medieval de su coqueto casco viejo que preside el célebre puente de madera de la Capilla («Kapellbricke»). Lucerna es también ciudad de bonitas calles, plazas e iglesias , aunque lo que más impresiona al descubrirla es su hermoso lago de 114 kilómetros cuadrados. El lago recoge las aguas del río Reuss que penetran en la histórica ciudad a través de sus cuatro puentes más famosos , construidos entre los siglos XII y XV. El más célebre, de madera y de 200 metros de longitud, «Kapellbricke», se incendió en 1993 con la pérdida de 83 pinturas, pero fue reconstruido a semejanza del original y sigue luciendo hoy sus magníficos frontones triangulares pintados, pues algunos de ellos estaban guardados en dependencias municipales. Todos ellos narran escenas de la historia de Suiza y de sus santos patrones Leodegar y Mauricio. En realidad, el único puente de madera original que queda en Lucerna es el de Spreuer, terminado en 1408, que formaba parte, al igual que el de la Capilla, de la muralla de la ciudad. Es menos largo y también muestra 67 pinturas originales del siglo XVII que representan la «Danza de la Muerte».

Si se quiere gozar de una buena vista aérea de Lucerna hay dos opciones recomendables: la subida al Monte Pilatus en el tren-cremallera más inclinado del país, o el paseo por la muralla Museggmauer que, con excepción de una torre, ha conservado su carácter fortificado. Luego, descendiendo por las callejuelas próximas a la muralla, se llega al casco viejo con las plazas medievales, como la del Vino («Weinmarkt»), donde destaca la preciosa fachada de la farmacia más antigua de Lucerna (1530), o Hirschenplatz con un bello rincón, el de la primera casa de huéspedes de la ciudad que frecuentó Goethe, y, sin duda, la plaza del Trigo (Kornmarkt”) que luce la esbelta torre del Ayuntamiento.

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Berna, en un meandro del río Aare Switzerland Tourism

Las fuentes y los osos de Berna

Berna, la capital federal de Suiza, impresiona por su casco viejo, inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO gracias a su arquitectura medieval conservada a través de los siglos. La ciudad, pequeña, tranquila y bella, destaca por su emplazamiento en un meandro del río Aare que la rodea, y es junto al cauce, que pasa por el puente Nydegg , donde se halla desde 2009 el Parque de los Osos, la atracción principal y más popular de Berna, pues es el hogar de una familia de estos enormes plantigrados.

Para redondear la visita conviene dar un paseo por esa Berna antigua en la que se van sucediendo casas gremiales, torres de la muralla , soportales y sótanos repletos ahora de tiendas y restaurantes. En ese camino de Markagasse, Kramgasse y Gerechtigkeitgasse sorprenden varias fuentes del siglo XV I (quedan ochenta bellos ejemplos renacentistas en la ciudad), donde el frescor del agua y el colorido de las imágenes siempre están presentes, y sobre todo la Zeitglockenturm con su famoso reloj de 1530 ideado por el maestro Kasper Brunner. Y no muy lejos de este bello rincón, en el número 49 de Kramgasse, se alza la casa que habitó Albert Einstein durante tres años de su vida desarrollando la teoría de la relatividad. Es una visita corta pero recomendable para los fans del físico que quieran descubrir documentos originales en papel y filmados en un viaje virtual accesible a través de un audio-guía. A la izquierda queda el Ayuntamiento, de fachada triangular y flanqueado por la Fuente del Abanderado, y a la derecha la Catedral, de 101 metros de altura, con su suntuoso pórtico que muestra en piedra el Juicio Final con el paraíso y el infierno detallados minuciosamente en 130 figuras de piedra muy bellas por su realismo cromático.

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