Las 13 ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad

Alcalá de Henares

Cuna del más grande de los literatos españoles, Alcalá de Henares vio nacer en 1547 a Miguel de Cervantes. Su casa natal, una vivienda castellana del siglo XVI, alberga hoy un museo con una espléndida colección de ediciones cervantinas. Esa es una de las primeras paradas obligadas en esta ciudad madrileña.

Alcalá de Henares es símbolo del idioma castellano, a lo que contribuyó no sólo la influencia cervantina, sino el legado de su Universidad, que impregna a la ciudad un aire y fama intelectual.

Por sus calles se viaja en el tiempo, desde los yacimientos arqueológicos que nos hablan de la Complutum de los romanos hasta sus construcciones del Renacimiento y el Barroco, entre las que hay que volver a destacar su Universidad.

Ávila

La mejor representación existente en nuestro país de lo que fue una ciudad amurallada en la Edad Media. Entre sus murallas y al calor de sus gentes y entre el frío de su invierno se expresa un ciudad que no se encierra en sí mismo y que triunfa con su gastronomía.

En Ávila se encuentra la perfecta mezcolanza entre lo natural y lo urbano. Las vistas del valle de Amblés desde el parque del Rastro es uno de sus mejores parajes. Pequeñas ermitas y monasterios se diseminan a lo largo de esta ciudad castellana.

Cáceres

Cáceres es fiel reflejo de la pluralidad de civilizaciones y culturas que han habitado nuestro país. En esta ciudad monumental hay restos romanos, estílos barrocos o una judería desde la que se accede desde una torre almohade.

Otra muralla imponente recibe al visitante, y desde sus torreones se puede contemplar como ha crecido la ciudad. La Concatedral de Santa María, el Palacio de las Veletas, los palacios de los Golfines, la Casa del Sol, la Torre de Bujaco o el Arco de la Estrella son algunos de sus lugares más emblemáticos.

Córdoba

La Mezquita de Córdoba es sin duda uno de los monumentos más emblemáticos de España. Al sur de España se encuentra este enclave, una de las ciudades más antiguas de Europa, fundada en el siglo II a.c por el cónsul romano Marco Claudio Marcelo.

Su casco histórico no es un pequeño reducto, al contrario, pues allí viven 30.000 personas. Una ciudad que ha sido cuatro veces capital a lo largo de su historia: Capital de la Bética, la provincia más romanizada del Imperio. Capital del Califato Omeya en el siglo X. Capital del Judaísmo gracias a su Judería y a Maimónides. Y capital de la frontera cristiana durante los últimos siglos de la Reconquista cristiana.

Cuenca

Sus empinadas cuestas o sus recónditos lugares son parte del encanto del casco histórico de una ciudad que se ha hecho famosa por su Catedral y por las Casas Colgadas.

Entre los principales eventos culturales se encuentran la Semana Santa y la Semana de la Música Religiosa. También hay que visitar el Palacio Episcopal y algunas de sus pequeñas iglesias.

Ibiza

Una isla situada en el mar Mediterráneo, con una extensión de 572 km² se ha convertido en una de las principales referncias turísticas de Europa. La promoción de su ocio y su vida nocturna tienen mucho que ver.

Más de 200 kilómetros de costa salpicados por peñascos e islotes de pequeños tamaños. La isla tiene gran fama en todo el mundo por la belleza de sus calas y playas.

Mérida

La capital de la Lusitania es hoy capital de la Junta de Extremadura. Su teatro romano es su monumento más preciado, en el que se alberga cada verano uno de los festivales de teatro clásico más importantes del país. La ciudad alberga un museo romano, además de todo un conjunto arquitectónico que rodea al anfiteatro.

Salamanca

Su Universidad es uno de sus símbolos, pero donde reside la magia de esta ciudad es en su plaza mayor, que goza de la fama de ser la más espectacular de España.

También destacan sus dos catedrales, la Catedral Vieja y la Nueva, la Casa de las Conchas, el Convento de San Esteban y las Escuelas Mayores. Además, desde 2003, su Semana Santa está declarada de Interés Turístico Internacional.

San Cristobal de la Laguna

Declarada Patrimonio de la Humanidad por ser ejemplo único de ciudad colonial no amurallada, es el ejemplo de la variedad de las Islas Canarias. Además de su privilegiado clima, la ciudad cuenta con un casco antiguo de interés, en el que destacan la Iglesia de la Concepción, la Catedral de San Cristobal de La Laguna o el Real Santuario del Santísimo Cristo de La Laguna.

Santiago de Compostela

El fin del camino y de las rutas de la cristiandad, que conflyen en la plaza del Obradoiro, a los pies de la Catedral de Santiago de Compostela. Tras su fachada barroca se esconde una de las más perfectas construcciones de arquitectura románica, dibujando una perfecta planta de cruz latina.

Segovia

En esta ciudad situada nada más abandonar por el norte la Comunidad de Madrid, encontramos una de las perfectas obras de la ingenieria romana: el acueducto. Lo que antañó canalizó el agua de las montañas y favoreció el desarrollo de las ciudades, hoy es una obra monumental que atrae a miles de turistas hasta sus puertas. Pero la garantía para que repitan se encuentra en su potencial gastronómico, entre los que destaca el cochinillo.

Tarragona

El conjunto arqueológico de Tarraco ha convertido a esta ciudad catalana en Patrimonio de la Humanidad. Su excelente clima es característico de una ciudad que vive mirando al mediterráneo.

Dentro de ese conjunto arqueológico hay que destacar el anfiteatro, con una espectacular panorámica al mar. Otra huella más de la presencia de los romanos en España. No en vano, fue en Tarragona donde establecieron su primera capital en mitad de la guerra contra los cartagineses.

Toledo

Capital visigoda y símbolo castellano, Toledo se alza sobre el Tajo mirando con orgullo a su pasado de ciudad inexpugnable. El Alcazar de Toledo es unos de los principales lugares de interés, pero lo que le confirió la protección de la UNESCO fueron también el Monasterio de San Juan de los Reyes, de un estílo gótico isabelino del siglo XV, o la Catedral de Santa María de estilo gótico del siglo XIII.