«Los nervios me jugaron una mala pasada y me temblaron hasta las pestañas»

Con estas palabras la cantante de El Sueño de Morfeo ha zanjado el asunto, y ha aclarado que a su llegada «solo había dos paparazzis, ningún medio cultural, musical o similar». «Mi reacción fue como siempre aligerar el paso para esquivarles. No hay cosa que me robe más energía que un paparazzi que me "atraque" de manera improvisada». Raquel del Rosario ha afirmado además que contestó a sus preguntas «porque sabía que si no lo hacía, esto traería cola».

«Eurovisión ha supuesto una cura de ego necesaria para mí» , ha admitido también en el mismo post, ligándolo con las «injusticias» de su participación en Eurovisión. «No es justo que después de ocho años trabajando sobre un escenario los nervios me jugaran una mala pasada y me temblaran hasta las pestañas los primeros segundos de la canción», ha escrito la cantante y ha continuado: «Que después de una semana de ensayos la mezcla final del sonido no fuese lo mejor. No era justo...». «Sin duda nada pasa por casualidad y a veces la vida nos da lecciones que creemos injustas pero que vienen para nuestro crecimiento personal», ha rematado Raquel del Rosario.

A pesar de todas las críticas, el balance de la cantante de El Sueño de Morfeo es positivo: «Sin duda disfruté mucho sobre el escenario, disfruté con la experiencia y la llevo grabada en mi corazón como una lección importante en mi vida. ¿Qué mejor trofeo que ese?».