La verdadera historia de los collares de oro de Mr. T
La popular estrella de la serie «El Equipo A» comenzó a llevar estos colgantes cuando trabajaba como portero en una discoteca
En nuestro habitual recorrido por los temas más curiosos de la red , hoy traemos la respuesta a una de las preguntas que, a buen seguro, todo seguidor de la serie de televisión «El Equipo A» se ha formulado más de una vez en su vida: ¿Por qué M.A. Barracus llevaba siempre tantos collares de oro?
La explicación a esta cuestión la hemos encontrado en el blog «Yorokobu», ganador del Premio Bitácoras del Jurado en 2011, que cuenta cómo tras dejar el ejército y verse obligado a abandonar su carrera como jugador de fútbol americano a causa de una lesión en la rodilla, Laurence Tureaud , se vio obligado a trabajar durante varios años como portero de discoteca.
Ese trabajo, a mediados de los años setenta, coincidió con el momento en el que decidió cambiar de nombre y marcó también el comenzó de su afición a coleccionar todo tipo de joyas de oro, pero sobre todo sus características cadenas. Según cuenta el propio Mr. T en su autobiografía, las primeras que comenzó a lucir pertenecían a clientes que habían sido expulsados de la discoteca y, en el tumulto, perdían sus preciadas alhajas.
Como los clientes que provocaban altercados en el club tenían prohibida la entrada, si acudían a reclamar sus joyas no tenían por qué acceder al local, sino que les bastaba con pedírselas a Mr. T, que solía estar montando guardia delante de la puerta. Con el paso del tiempo, su colección fue haciéndose cada vez mayor y el actor la adoptó como una de sus señas de identidad, junto a sus característicos peinados.
Poco después, pasó a trabajar para los narcotraficantes locales, ejerciendo de matón y bálsamo de los consumidores. Durante esa época, Mr.T se vio involucrado en más de 200 peleas callejeras, en las que fue aumentando su particular joyero, ya que se quedaba con las joyas de sus contrincantes para que, cuando las vieran colgando de su cuello recordaran que le habían faltado el respeto.
Con el tiempo transformó su trabajo como matón en un negociado de guardaespaldas, que duró casi diez años, hasta que llegó «El Equipo A» y, con la serie, su momento de mayor fama en el que en ningún momento dejó de lucir sus característicos collares de oro.
El actor nunca ha querido revelar el valor de las joyas que llevaba colgando de su cuello, aunque algunas fuentes aseguran que llegó a alcanzar los 216.000 euros. Sin embargo, al parecer, hace años que todas las cadenas que luce son de bisutería. En cualquier caso, dudamos de que alguien quiera enfrentarse a sus puños para comprobarlo.
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