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José Peñín: «Catar muchos vinos es lo más monótono del mundo»

El crítico de vinos presentó la Guía Peñín de 2015, que cumple 25 años, durante una cata en Valdepeñas

José Peñín: «Catar muchos vinos es lo más monótono del mundo»

m. cebrián

José Peñín , uno de los periodistas y escritores de vinos más prolíficos de habla hispana y uno de los más experimentados de España en materia vitivinícola, asistió este fin de semana a una cata en Valdepeñas. Invitado por la Asociación Jóvenes Amigos del Vino de la localidad, el crítico pudo probar siete variedades autóctonas que se está intentando recuperar. El diario ABC le ha entrevistado con motivo de este acto, que aprovechó para presentar y repasar los 25 años de la «Guía Peñín» , uno de los referentes más influyentes en el comercio internacional de vinos españoles y la publicación de vinos españoles más consultada a nivel mundial.

-¿Cómo ha sido la labor de recopilar tantos vinos españoles durante tanto tiempo?

-Hemos sido y seguimos siendo el vademécum del vino español, pero lo único que hemos hecho es tomar la temperatura a este producto durante 25 años. La guía es lo más palmario que existe en España para medir la evolución cualitativa del vino. Así, podemos ver cómo ha ido evolucionando la situación desde los años 90 hasta ahora y las marcas que han resistido. En este sentido, hemos sido espectadores de los cambios que se han producido.

-¿Cuántos vinos ha catado durante todo este tiempo?

-Unos 120.000 aproximadamente, aunque ahora tengo un equipo que me ayuda. Catar muchos vinos es aburrido y, más que un mérito, se convierte en lo más monótono del mundo porque los vinos en la actualidad alcanzan una calidad media muy uniforme, es decir, ya no hay que saber valorar tanto si un vino es bueno, sino más bien si es diferente. Además, es difícil apreciar estos valores, ya que cada vez más las marcas cuentan todas con las mismas herramientas para elaborar buenos vinos.

-¿Qué vinos le han sorprendido más a lo largo de estos años?

-Hay una cosa muy curiosa porque, cuando uno prueba un vino que tiene defectos se pregunta: ¿Y este vino por qué existe? Si existe es porque alguien lo compra y a mí me merece mucho respeto quien lo compra, ya que, a pesar de los defectos, disfruta de ese vino. No obstante, para mí las marcas más destacadas son las que todos tenemos en la cabeza: Vega Sicilia, Pingus, Contador o L’Ermita. Y, por lo que se refiere a vinos que me han podido sorprender, hay algunos vinos de terroir o terrosos de Salamanca, Gredos o Calatayud. Sin embargo, lo que más destacó de un vino es la relación calidad-precio.

-¿Qué opinión tiene de los vinos de Castilla-La Mancha?

-Es el territorio que menos valoración y puntuación tiene, precisamente porque prima más el criterio de volumen que el de originalidad y calidad, y las marcas que apuestan por ello son muy pocas. Desgraciadamente Castilla-La Mancha no es la mejor fuente de vinos de calidad, con la salvedad de una serie de marcas que rondan los 92 puntos, aunque en general hay elementos para hacer vinos más valiosos. Sin embargo, las propias bodegas van por la vía del precio y están obsesionadas en que, por mucha puntuación que tenga un vino, no lo van a vender, sin darse cuenta de que la calidad no es el fruto de una región sino del trabajo personal de quien lo hace.

-¿Cuál es la causa que le lleva a pensar que los vinos de Castilla-La Mancha no son de tanta calidad?

-El problema de Castilla-La Mancha es que se mueve en los cánones de vinos de cooperativa. El cooperativismo tiene mucho peso todavía, que mantiene la idea de producto de transformación, es decir, convertir la uva en vino y venderlo a granel a un precio bajo en el mercado, que luego nos encontramos en botellas de vino francés o italiano. Aquí entramos de lleno en un campo en el que España ocupa el furgón de cola, que es el saber vender y comercializar sus vinos, ya que, en lugar de tener una imagen común española, nos empeñamos en poner la denominación de origen, que no es tan conocida en el extranjero.

-¿Qué opina de la Cumbre Internacional del Vino que se desarrolla en Castilla-La Mancha?

-No tuvo repercusión. El nombre era demasiado ampuloso para la dimensión que luego tuvo fuera de Castilla-La Mancha. Para ponerte un ejemplo, yo no fui invitado al acto, lo cual indica que las relaciones públicas o la agencia de comunicación no trabajó suficientemente bien para que el nombre de la Cumbre Internacional del Vino llegara a mucha gente. Yo hablo por mí, pero sé de muchos otros expertos en la materia que no fueron invitados, no porque no que quisieran que fuéramos sino porque falló la labor de comunicación, que es otra de las tareas pendientes del sector.

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