Los toledanos podrán devolver los libros prestados en cualquier biblioteca

Este «pequeño detalle» va a ser posible gracias a «la voluntad institucional» entre distintas administraciones, según declaró este miércoles Juan Sánchez, director de la Biblioteca de Castilla-La Mancha. Lo hizo durante la presentación del Día de estos centros culturales, en el que se leyó un pregón homenaje a Ana María Matute escrito por Antonio Rodríguez Almodóvar.

Este viernes se celebra el Día de la Biblioteca y tanto la de Castilla-La Mancha como los cuatro centros municipales (Buenavista, Azucaica, Santa Bárbara y el Polígono) de Toledo han preparado una semana de actividades que se alargarán hasta el viernes 31 de octubre.

En la Biblioteca regional, en los últimos días se han sucedido las presentaciones de libros (como por ejemplo «La pirámide inmortal», de Javier Sierra), y este viernes a las 18.30 horas habrá un encuentro con tres jóvenes escritoras toledanas: Margarita Castro Arellano, Marta Conejo y Andre París. Explicó Juan Sánchez que con esto quieren «atraer» a los jóvenes a las bibliotecas.

Mientras, en las bibliotecas municipales los cuentacuentos de Pep Bruno (viernes 24 a las 17.00 horas en Buenavista y a las 18.30 en el Polígono) y Pablo Albo (viernes 24 a las 17.30 horas en Azucaica y a las 19.00 en Santa Bárbara), y los clubes de lectura tendrán especial protagonismo durante esta semana festiva.

Además el jueves 30 a las 19.00 horas, Gonzalo Giner presentará su libro «Pacto de Lealtad» en la Biblioteca del Polígono; y el 31, la asociación de vecinos presentará el libro del Abuelo Juan, «De mi corazón al pueblo». Por otro lado, el 24 a las 11.00 horas se inaugura en el mismo centro la exposición «Los libros en los que aprendieron nuestros abuelos, que estará abierta en horario de 15.30 a 20.30 hasta el 24 de noviembre. Antes, este jueves, en Santa Bárbara se leerán poemas en torno a la figura del Greco, su obra y la pintura en general.

Rosa Ana Rodríguez, concejala de Cultura, explicó que el Día de la Biblioteca es, sobre todo, un reconocimiento a las personas que trabajan en ellas, que se comportan como «agentes de expansión cultural» y tienen «la función de animar el fomento de la lectura», además de hacer que las bibliotecas «sean cada vez más un centro vivo».