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Katamanía busca catadores en Toledo. Recompensa: buenos vinos

Las catas tendrán lugar en el Mercado de San Agustín y en la tienda D’Origen La Mancha

Katamanía busca catadores en Toledo. Recompensa: buenos vinos ana pérez herrera

m. cebrián

«Generar una red de aficionados a la cata». Este era el objetivo que perseguía el joven empresario toledano Ricardo Rodríguez desde que el 12 de diciembre del 2012 puso en marcha «Katamanía» , un proyecto totalmente diferente en el que los participantes aprenden a catar el vino jugando. Por fin ha llegado ese momento, ya que este jueves presentó su Club de Catadores que se reunirá en Toledo cada semana.

El escenario de la presentación y de las futuras catas es el Mercado de San Agustín , además de la tienda D’Origen La Mancha, donde se impartirán sesiones semanales de cata de vino y llegarán los mejores profesionales del sector agroalimentario. Asimismo, esta iniciativa, según informan sus organizadores, tiene la intención de «promocionar los vinos y la gastronomía de Castilla-La Mancha entre los ciudadanos de Toledo y los visitantes que llegan a la ciudad».

Ricardo Rodríguez, el creador de esta idea, nació en Madrid, pero los primeros años de su vida los pasó en Tomelloso, municipio vitivinícola por excelencia, donde su padre, ingeniero agrónomo, era el director de la Escuela de Capacitación Agraria, lo que hoy es el Instituto del Vino . De este modo, fue la experiencia de su progenitor y su infancia entre viñas y bodegas las que le han servido para enamorarse de este producto y poner en marcha esta empresa.

Tal y como explica Rodríguez, el sistema de catas de Katamanía consiste en a través de parámetros descriptivos, evaluar los vinos en seis fases: vista, olfato, gusto, tacto en la boca, retronasal y sensación global. «La descripción permite al usuario decidir si se aproxima a su gusto o si es contrario, siendo la opinión del consumidor una variable fundamental», manifestó Rodríguez.

Así, este joven emprendedor, que ha obtenido ya varios reconocimientos gracias a este proyecto, como el Desafío 22 o el Premio Emprende 2020, decidió conjugar su formación en actividades recreativas y deportivas con la pasión por el vino heredada de su padre, y se le ocurrió entrenar a las personas para que aprendan, a través de una cata a ciegas, a diferenciar los caldos por sus cualidades y no por su etiqueta.

El Club de Catadores de Katamanía comienza a funcionar la próxima semana, con sesiones gratuitas en el Mercado de San Agustín y en la tienda D'Origen La Mancha desde el lunes al jueves que servirán para dar a conocer la iniciativa, y a partir de la semana posterior el precio de una cata será de 20 euros. Sin embargo, habrá una cuota mensual que oscilará entre los 35 y 45 euros y los grupos que se irán creando tendrán un mínimo de 10 y un máximo de 20 personas.

Con esta iniciativa, cuya dirección es www.katamania.com , los catadores van a aprender a descubrir las características del vino en función de una serie de indicios o referencias visuales, gustativas y olfativas. Durante la cata los participantes prueban con atención distintos caldos para apreciar sus cualidades, escriben sus impresiones y le dan una puntuación.

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