Regresa el pintor de la luz

Los cuadros de Francisco Rodríguez Andrade (Gibraltar, 1928) vuelven a ver la luz. Es la primera exposición antológica después de su fallecimiento en Bargas el 23 de noviembre de 2010. En el Centro Cultural San Clemente (Plaza de Padilla, 2) de Toledo estarán colgados hasta el 22 de mayo. Una gran ocasión, con entrada gratuita, de contemplar el trabajo de un artista calificado como el pintor de la luz y de la tercera dimensión por algunos expertos. Eso sí, las obras no están a la venta.

La figura de Rodríguez Andrade, toledano de adopción, resurge gracias a su viuda, Ana Delgado Aguado. Ha contado con la colaboración de la diputada provincial Sagrario Gutiérrez para desempolvar numerosas obras que Ana guardaba en un almacén. «Me da mucha pena tenerlas almacenadas, pero me da miedo guardarlas en casa por su valor artístico», cuenta la viuda. «Yo quiero levantar un museo con la obra de mi marido, era nuestra idea», revela. Pero la falta de ayuda económica institucional frena el proyecto.

También en San Clemente el público puede contemplar cuadros pintados por el artista que han sido cedidos de manera altruista por particulares, como Damasquinados Suárez, Construcciones Lozoya, Luis Rodríguez y Sagrario Manzano. Unas obras que pueden ser admiradas en la sala denominada «de agradecimientos».

Criado en Marruecos, Rodríguez Andrade estudió en la Escuela de Bellas Artes de Casablanca. Su mujer lo define como autodidacta y gran observador. En 1963 se trasladó a Madrid y dos años después llegó a Toledo, una ciudad que le dejó sin palabras. Por eso hablaron sus pinceles. «Es el artista que más ha pintado Toledo», afirma la viuda de este impresionista y gran retratista, que expuso en Nueva York en 1968. «Demostró durante años ser uno de los mejores pintores y, como él decía, ‘no porque lo diga yo, sino porque lo dice la gente’», recuerda Ana.

«Podemos disfrutar de un recorrido a través de sus bodegones, marinas, retratos y paisajes de Marruecos, Andalucía, Campo de Criptana y de su querida Toledo», recapitula Fernando Cabanes, diputado provincial, para enganchar al público. «Pero, sobre todo, reflejan su personalidad dinámica, viva y llena de optimismo», dice su viuda.