El Gobierno señala al PP y avisa que el déficit llegará hasta el 1,7%

Cospedal tacha de «bochornoso» el informe del consejero de Hacienda y le llama «caradura» al buscar excusas para no cumplir con los ciudadanos

PILAR HERNÁNDEZ

28/08/2015
Actualizado a las 12:16h.

La comparecencia del consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina , en las Cortes regionales podría entenderse como una réplica o contraataque al discurso que durante cuatro años ha predicado el Gobierno de Cospedal y el Partido Popular sobre la «herencia recibida» y la situación de ruina que el PSOE dejó a Castilla-La Mancha.

Ruiz Molina, en un ejercicio de «transparencia» -como quiso recalcar en varias ocasiones-, llevó ayer a la tribuna del Parlamento Regional un informe, en el que se ha implicado personalmente junto al interventor general, sobre la actual situación financiera, en concreto sobre la ejecución del presupuesto de 2015 hasta el 30 de junio , fecha del cambio de gobierno, y como era de esperar, nada bueno salió de él.

Un panorama muy oscuro dibujó el consejero al asegurar que no hay dinero suficiente en los presupuestos de este año para pagar a los empleados públicos y para atender los servicios del Sescam. Expuso, con diferentes cuadros, cómo están las cuentas y el «déficit excesivo» que acarrean, así como unos «agujeros contables» y una tesorería «sin apenas liquidez».

Todo ello, dijo, hará que no se pueda cumplir con el objetivo de déficit para este año, que es del 0,7%, puesto que a 30 de junio ya era del 0,84% del PIB con una previsión para finales de año del 1,7%, lo que deja al actual equipo de Gobierno «poco margen de maniobra», aunque, aseguró, no impedirá cumplir los compromisos de «reconstrucción» de Castilla-La Mancha.

Unas explicaciones que para la bancada del Partido Popular en las Cortes fueron «bochornosas», recordando que hace cuatro años el Gobierno de María Dolores Cospedal s e encontró un déficit que iba camino del 12% y ahora lo que se discute es si este año será del 0,7 o 0,8%.

«Hay que tener caradura para decir que se ha destruido el Estado del Bienestar, cuando hace cuatro años los que llegábamos al Gobierno no teníamos para pagar la dependencia, ni los gastos de farmacia y había deudas con las universidades que ni siquiera estaban reconocidas», aseguró la presidenta del Grupo Parlamentario Popular, María Dolores Cospedal, en una comparecencia ante la prensa una vez finalizado el Pleno.

Excusas del Gobierno

Para la líder del PP, lo que ha querido hacer el consejero de Hacienda y el presidente regional, Emiliano García-Page, con esta comparecencia es poner excusas «para no cumplir su compromiso con los ciudadanos».

Aún cuando el consejero de Hacienda, en su comparecencia, dijo que ya «venía llorado», por lo que no iba a hablar de lamentaciones y sí de soluciones, lo cierto es que los datos aportados fueron bastante desoladores. En ningún caso hizo referencia a la situación de la Junta de Comunidades en 2011, cuando el PP asumió la presidencia de la Junta; sólo comentó que el anterior gobierno socialista hizo lo que pudo ante la grave crisis existente.

Eso sí, se limitó a explicar la ejecución del presupuesto de 2015, al 30 de junio, la mitad del ejercicio, augurando, por el estado actual de las cuentas, unos meses difíciles para cumplir con los compromisos.

Por ejemplo, indicó que a 30 de junio el nivel de ejecución del presupuesto de gastos era del 59,73%, a pesar de que sólo había transcurrido la mitad del ejercicio y que hay muchos gastos aún sin contabilizar, motivado, fundamentalmente, por una infrapresupuestación de algunas partidas, en las que el gasto real está por encima del presupuestado.

Presupuesto Sescam

En el capítulo de gastos corrientes y servicios, el consejero indicó que hay un agujero de, al menos, 32 millones de euros y que el presupuesto del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha necesitará hasta final de año 140 millones de euros más para atender todas sus necesidades.

En cuanto a personal, se ha sobrepasado el 50% de ejecución del gasto, lo que obligará a incrementar esta partida en al menos 90 millones de euros más para pagar las nóminas de los funcionarios hasta final de año.

Y recordó que el despido de los 200 interinos en agosto de 2012 va a costar otros 22 millones de euros «por la soberbia del anterior gobierno», por lo que amenazó que no sólo se van a exigir responsabilidades políticas, sino también en otras instancias .

Habló de facturas, en este caso de 37.000 que, por un importe de 119 millones, hay que pagar, y de unos ingresos inflados que no se corresponden con la recaudación real. La sobrepresupuestación, sólo en los tributos cedidos, según los cálculos del consejero, podrían superar a final de año los 76 millones de euros.

Tesorería

Para Ruiz Molina, la consecuencia inmediata del déficit excesivo que presentan las cuentas de la Junta de Comunidades a 30 de junio es que, hasta diciembre, «se estima que habrá un déficit de tesorería de 374 millones de euros, y ello después de haber utilizado ya la póliza de crédito que la Junta mantiene con diversas entidades financieras».

No menos grave dibujó la situación de las empresas públicas , ya que los número reflejan que «están en ruina», y puso como ejemplo a Gicaman, en fase de disolución.

Muy crítica se mostró la expresidenta de Castilla-La Mancha a la hora de valorar la comparecencia del consejero, tachándola de «bochornosa» y poniendo en tela de juicio la idoneidad de su cargo «por el asunto de su compatibilidad o incompatibilidad». Recordó que «no es de recibo ser gerente de la Administración y contratar con una empresa reiteradamente y después irse a trabajar a esa empresas; y esto aún no se ha aclarado».

Recordó que había más de 5.000 millones de euros de deuda en el sistema de salud y de servicios sociales y se debían subvenciones reconocidas pero no presupuestadas a particulares «y había gente sin cobrar en esta región que tenían que cerrar las empresas».

Ante el panorama desolador de hace cuatro años, para el Partido Popular, l as quejas del consejero de Hacienda sobre la ejecución del presupuesto de 2015 son «ridículas» y una excusa para «quedar bien» con su socio político Podemos.