Diez rincones toledanos para enamorar a tu pareja
Vista de Toledo desde el Valle - ana Perez herrera
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Diez rincones toledanos para enamorar a tu pareja

Toledo es un lugar perfecto para enamorarse, una ciudad plagada de arte e historia, pero también envuelta en magia y encanto para pasar una velada romántica e inolvidable

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Toledo es un lugar perfecto para enamorarse, una ciudad plagada de arte e historia, pero también envuelta en magia y encanto para pasar una velada romántica e inolvidable

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  1. Mirando a Toledo

    Vista de Toledo desde el Valle
    Vista de Toledo desde el Valle - ana Pérez herrera

    Lugares mágicos en Toledo hay muchos, pero, sin duda, la inmortal vista desde el Valle es única a cualquier hora del día. Es uno los lugares más especiales de la ciudad y un sitio imprescindible para conquistar a alguien. Cuenta la tradición toledana que en las noches de luna clara y luminosa, se vislumbra una sombra flotando sobre una de las grandes rocas que abrazan la zona, conocida como la piedra del Rey Moro. Es el espíritu del príncipe Abul-Walid que sale de su tumba para contemplar la silueta de Toledo, en donde fue tan feliz con su amada Sobeyha. En el siglo XI Abul tuvo que dejar Toledo y cuando volvió su amada había muerto y Alfonso VI había tomado la ciudad. Los ejércitos de Abul ocuparon los alrededores de Toledo, al otro lado del río, junto a los ahora llamados cigarrales y la Academia de Infantería, en donde también él encontró la muerte a manos de los ejércitos del Cid Campedor. Y, al pie de la Peña del Rey Moro, hay quien ve varios peñascos que, colocados unos sobre otros, parece la cabeza de un hombre con un turbante que vigila la ciudad en la que fue tan feliz.

  2. Un baño árabe y una cena romántica

    ABC

    En Toledo uno se puede trasladar a la Edad Media y sumergirse en unos auténticos baños árabes en pleno Casco Histórico para disfrutar solo, pero mejor en pareja. Un romántico fin de semana en Toledo se puede completar con un relajante baño en las piscinas de Medina Mudéjar. Y es que desde octubre de 2013 están abiertos estos baños árabes en la plaza de Santa Eulalia, que transportan a sus visitantes al mismísimo siglo XII, edad de oro del arte hispano-musulmán. El circuito de aguas consta de tres estancias a distintas temperaturas, a través de las cuales las propiedades de la hidroterapia se multiplican: el tepidarium o piscina de agua templada, que roza los 37 grados; el caldarium o piscina de agua caliente, que se encuentra en torno a unos 40 grados; y el frigidarium, una piscina de agua fría que se mantiene a unos 17 grados.

    Y, para completar la jornada romántica, el pack incluye una cena en el restaurante Kumera o una ruta por el Toledo medieval. Hay para todos los precios y para todos los gustos.

  3. Los cobertizos y Bécquer

    La placa dedicada a Bécquer en Santo Domingo el Real
    La placa dedicada a Bécquer en Santo Domingo el Real - LUNA REVENGA

    En el zona conventual de Toledo, en la plaza de Santo Domingo el Real, se encuentra un rincón cargado de romanticismo. Desde el siglo XIX éste ha sido un lugar de peregrinación para todos los estudiosos de la vida y de la obra de Bécquer, uno de nuestros poetas más conocido. De hecho, se dice que la leyenda de «Las Tres Fechas», una de las más conocidas del poeta, la escribió tras pasar una noche por delante del Convento de Santo Domingo el Real. Allí junto a una cruz de madera se encuentra una de las placas conmemorativas colocada por la Sociedad de Amigos de Bécquer. Es un lugar ideal para terminar un paseo romántico por Toledo.

  4. Un paseo por el Miradero

    El remodelado Paseo del Miradero ha sido siempre un lugar de encuentros de toledanos
    El remodelado Paseo del Miradero ha sido siempre un lugar de encuentros de toledanos - LUNA REVENGA

    El Paseo del Miradero ha sido durante siglos un lugar de encuentro y esparcimiento para los toledanos. Fue creado en 1575 en un pequeño espacio que poco a poco fue ampliándose con árboles y zonas ajardinadas. Fue un lugar muy concurrido por las familias toledanas y las parejas para pasear y disfrutar del aire libre y de las vistas sobre el río, un auténtico pulmón en medio del Casco Histórico. En 1973 se realizó una gran excavación para construir un aparcamiento subterráneo y una galería comercial y de ocio, que se hizo muy popular entre la juventud durante la década de los 80. Finalmente, en el año 2002, la galería fue derribada para la construcción del Palacio de Congresos, obra del arquitecto Rafael Moneo.

  5. Una boda en un cigarral toledano

    Vista de Toledo desde el Cigarral de las Mercedes
    Vista de Toledo desde el Cigarral de las Mercedes - ABC

    Está de moda casarse con Toledo como testigo. Y mejor si se hace en un cigarral, antiguas fincas señoriales de recreo situadas en la orilla sur del río Tajo. El Cigarral de las Mercedes, que ha sido pionero en este tipo de celebraciones y testigo de importantes bodas; el Cigarral Viñedos Santa María del grupo Adolfo o el Cigarral del Santo Ángel Custodio, son algunos de los lugares más románticos y exquisitos para contraer matrimonio en la ciudad. Son sitios únicos, con un gran prestigio y que han conseguido atraer a parejas de todo el mundo para celebrar su día más importante.

  6. Una terraza con vistas a la Catedral

    La azotea del hotel Carlos V, un buen lugar para tomar algo en compañía
    La azotea del hotel Carlos V, un buen lugar para tomar algo en compañía - ANA PÉREZ HERRERA

    Son muchos los establecimientos hosteleros en donde se puede tomar una copa bien acompañado al aire libre en la ciudad de Toledo, como en la terraza del hotel San Juan de los Reyes o el restaurante Maruxiña, que tienen una preciosa terraza en donde cenar o tomar un coctel en bue ambiente. Uno de los sitios más mágicos y románticos es la terraza del hotel Carlos V, enmarcada por el Alcázar, la Catedral y los tejados del casco histórico en donde se puede pasar una velada perfecta.

  7. Las vistas desde el Mirador del Azor

    Este mirador es poco conocido, incluso para muchos toledanos
    Este mirador es poco conocido, incluso para muchos toledanos - LUNA REVENGA

    Hay parejas que no necesitan mucha sofisticación para mostrar su amor y se inclinan por lo más tradicional y buscan compartir su amor por el laberinto de calles que conforma la ciudad del Greco. Alicia Martínez, reponsable de comunicación de la empresa «Cuéntame Toledo», dedicada a preparar interesantes rutas por la ciudad eligió su rincón favorito de Toledo para estar en pareja el Mirador del Azor, «un sitio espectacular al que solo se puede acceder por una callejuela y que permite ver Toledo y parte del Tajo», según dijo en una entrevista con EFE con motivo del último día de los enamorados. Un ejemplo de que la ciudad del Greco también puede ser especial para enamorados ocurrió el pasado 15 de octubre, cuando Julio pidió matrimonio a su novia Susana en una cueva que se visitaba dentro de la ruta «Descubre el Toledo mágico». Lo hizo delante de otras ochenta personas.

  8. Una ruta romántica

    Los cobertizos, una zona plagada de romanticismo
    Los cobertizos, una zona plagada de romanticismo - ANA PÉREZ HERRERA

    Perderse por la zona conventual y los cobertizos de Toledo es una de las actividades turísticas menos conocida y más romántica de la ciudad, aunque desde hace unos años hay muchas empresas que organizan recorridos muy interesantes. Sin embargo, uno puede perderse sin más entre callejones, puertas de conventos y cobertizos. Además, el Patronato Municipal de Turismo del Ayuntamiento organiza rutas guiadas gratuitas al igual que el Consorcio de la Ciudad de Toledo con monumentos menos conocidos, yacimientos arqueológicos y otros lugares de interés que han sido recuperados y que llevaban años, en algunos casos siglos, sin poder ser visitados. La empresa Rutas de Toledo también es especialista en originales recorridos, incluso en los más picantes. Este año, para San Valentín, se atrevieron con una ruta erótica, con exhibición de «tuppersex» incluida y la degustación de una tapa afrodisíaca a base, entre otros ingredientes, de fresas, canela, bogavante, azafrán y curry.

  9. La basílica del Cristo de la Vega y su leyenda

    El Cristo de la Vega, en su Basílica, en Toledo
    El Cristo de la Vega, en su Basílica, en Toledo - ana pérez herrera

    Una de las leyendas de amor más triste es la del Cristo de la Vega, que se encuentra en su Basílica en plena Vega toledana y cuya imagen con el brazo caído desfila el Viernes Santo por las calles de Toledo. Es uno de los rincones más románticos dela ciudad, en orilla del río y con el poso hisórico de una leyenda tradicional que años más tarde inspiró a José Zorrilla para escribir la titulada «A buen juez, mejor testigo», que tiene a este peculiar Cristo como protagonista.

    Se cuenta que que Diego Martínez se va a la guerra y jura ante el Cristo de la Vega a su amante, Inés de Vargas, que se casara con ella a su regreso. Pasó el tiempo y no regresaba y tres años más tarde, Inés reconoció a Diego al frente de un grupo de caballeros que entraban a Toledo. Salió corriendo en su busca, pero Diego, que contaba con una nueva posición social y había olvidado sus promesas, renegó de su juramento. Desesperada pidió al gobernador de Toledo, Pedro Ruiz de Alarcón, que intercediera. Al solicitar testigos, Inés se atrevió a presentar uno: el Cristo de la Vega. Tras preguntarle si había sido testigo del juramento, se oyó un «sí, lo fui» y los testigos pudieron ver que el Cristo tenía los labios entreabiertos como si hubiera hablado y la mano desclavada y estirada como para posarla en los autos.

  10. Un paseo por el río Tajo

    La romería del Santo Angel Custodio es una de las más populares de la ciudad, junto a Tajo
    La romería del Santo Angel Custodio es una de las más populares de la ciudad, junto a Tajo - ana pérez herrera

    En Toledo se puede disfrutar de un romántico paseo de 15 kilómetros a pie o en bicicleta que une por completo una punta a otra de la ciudad abrazando el río Tajo. Son varias rutas, la primera y más antigua es una senda que bordea la ciudad de Toledo siguiendo el curso del río desde el Puente de Alcántara hasta el Puente de San Martín. Otro tramo llega hasta el recinto ferial de La Peraleda. Y, en julio de 2010, se inauguró el último tamo de la ruta que abraza el río a su paso por Toledo, de casi ocho kilómetros, entre el barrio del Polígono y el Puente de Alcántara. Se puede disfrutar también del río sentado, desde el cigarral del Santo Angel Custodio o desde cualquier mirador, como el del museo de Roca Tarpeya, con impresionantes vista al río.

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