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La niña que coincidió en el instituto con su hermana secuestrada

Una casualidad permite que la familia Nurse pueda reunirse 17 años después

La niña que coincidió en el instituto con su hermana secuestrada dailymail.co.uk

bitacoras.com

La historia de la familia Nurse, residente en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), es el ejemplo perfecto de lo que solemos llamar «historia con final feliz». Esta expresión, si uno lo piensa con detenimiento, es poco menos que un eufemismo. Si hacemos hincapié en que el final ha sido feliz es porque probablemente el resto del relato no lo ha sido. De hecho, los acontecimientos que solemos etiquetar como «historias con final feliz» suelen versar sobre sufrimientos terribles, desgarradores; que quedan hasta cierto punto aliviados por desenlaces mucho menos grises.

Algo así les ha ocurrido a los Nurse, a quienes hemos conocido leyendo «People». El sol sale para ellos ahora, después de 17 años eclipsados por un suceso que marcó para siempre sus vidas. Zephany, la primera hija de Morné y Celeste Nurse, fue secuestrada tres días después de nacer. Dormía en brazos de su madre en el hospital Groote Schuur cuando un extraño se la llevó sin dejar rastro. Por más que buscaron, sus padres no lograron encontrar pistas sobre su paradero. No perdieron nunca la esperanza de dar con ella, pero continuaron con sus vidas y tuvieron tres hijos más, dos niñas y un niño.

Los tres crecieron conociendo la historia de su desaparecida hermana mayor y se acostumbraron a celebrar su cumpleaños junto a sus padres cada mes de abril. Lo hicieron de forma ininterrumpida, durante 17 largos años. El próximo aniversario será muy distinto, porque Zephany estará junto a su familia, donde siempre debía haber estado. En esta ocasión no hay ningún héroe a quien agradecer el final feliz: una bendita casualidad es lo que ha posibilitado el reencuentro de los Nurse.

Cassidy, la segunda hija de Morné y Celeste, empezó a asistir a la escuela secundaria el pasado mes de febrero. Ella era novata, pero los alumnos de cursos superiores advirtieron que guardaba un parecido espectacular con una de sus compañeras. Cuando ambas se pusieron frente a frente también percibieron que la similitud podía ser algo más que un simple capricho biológico, de modo que Cassidy decidió invitar a aquella chica a tomar té en su casa al después de clase. Sus padres no dudaron un solo instante al verla: había crecido con otro nombre, pero esa sólo podía ser Zephany.

Las pruebas de ADN han confirmado lo que habían intuido los estudiantes: las dos gotas de agua son hermanas. Por el momento, se ha procedido al arresto de la mujer que ha criado a Zephany, de unos 50 años y sin más descendencia. Por si la historia no fuese increíble con lo que hemos contado hasta aquí, resulta que ambas vivían a escasos kilómetros de los Nurse. La joven, por el momento, está bajo custodia del gobierno provincial y no hay fecha fija para su esperadísimo regreso a casa. Será entonces cuando la familia empiece a recuperar el tiempo perdido. Porque aunque el final ha sido feliz, los últimos 17 años han sido todo lo contrario.

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