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La gran niebla tóxica que acabó con la vida de 12.000 londinenses

En diciembre de 1952, la contaminación ambiental provocó miles de muertes y sembró el caos en la capital británica

La gran niebla tóxica que acabó con la vida de 12.000 londinenses tengrinews.kz

bitacoras.com

Los elevados niveles de contaminación en el aire son uno de los principales problemas a los que se enfrentan muchas grandes ciudades del planeta. En urbes como Pekín es habitual que se superen de forma considerable los niveles máximos establecidos por la Organización Mundial de la Salud. En Europa, en cambio, la situación ha mejorado mucho en las últimas décadas y este tipo de circunstancias ya no son tan frecuentes.

Incluso Londres, que fue famosa por su esmog, la mezcla del humo procedente de las fábricas y la niebla que solía cubrir la ciudad casi todo el año, disfruta ahora de un aire mucho más limpio. Sin embargo, esto no siempre fue así y hubo épocas en las que ese humo tóxico llegó a provocar miles de muertes en menos de una semana.

Todo ocurrió, tal y como recuerda el blog «Planeta curioso », entre el 4 y el 9 de diciembre de 1952, cuando un potente anticiclón se situó sobre Gran Bretaña, generando una ausencia total de vientos, además de un fuerte descenso de las temperaturas, lo que obligó a quemar más carbón para mantener los sistemas de calefacción en funcionamiento.

La calma total provocó que los humos procedentes de fábricas, vehículos y hogares se acumularan sobre la capital británica. La mezcla de la humedad con el hollín y el dióxido de carbono formó una densa niebla que paralizó por completo la ciudad. Su densidad era tan grande que los únicos vehículos que podían circular eran las ambulancias y los policiales, guiados por luces que portaban los agentes de a pie, que se situaban en puntos estratégicos a modo de faros humanos.

Sin embargo, el mayor problema fue que la mayor parte de ese humo procedía de la combustión de un carbón de mala calidad, rico en azufre. Este elemento químico era liberado a la atmósfera convertido en dióxido de azufre, un compuesto altamente tóxico que contribuyó a que la cifra de muertos se disparase.

Las personas con problemas respiratorios, sobre todo ancianos y niños, fueron las primeras en sufrir los efectos de ese cóctel mortal. Sin embargo, muchos individuos sanos fallecieron también víctimas de esta niebla tóxica y del caos sanitario y policial que provocó el episodio, ya que el denso humo convirtió Londres en el escenario perfecto para que ladrones y oportunistas se dedicaran a saquear comercios y viviendas con total impunidad.

Inicialmente las autoridades cifraron los muertos causados por este fenómeno, conocido como «la gran niebla» en casi 5.000 , entre los que se encontraba el administrador del Club Español de la capital londinense, tal y como informaba ABC en su edición del 20 de diciembrede 1952. Un recuento posterior sumó otros 8.000 fallecidos a causa de los problemas respiratorios causados por la nube tóxica. Además, el episodio provocó secuelas a alrededor de 100.000 personas más. Sin duda, unos datos que deberían mover a la reflexión.

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