Así afectan los filtros al éxito de una imagen en redes sociales

Antes de la moda de los llamados «selfies» -autofotos, en español- los usuarios de dispositivos móviles tiraban de aplicaciones de edición de fotografía para dejar sus imágenes en perfectas condiciones previo paso a su masiva difusión a través de las redes sociales. Luego los desarrolladores de sistemas operativos integraron las funciones y herramientas de edición a las aplicaciones de las cámaras, mejorando la experiencia.

Según el estudio « Why We Filter Our Photos and How It Impacts Engagement » («Por qué aplicamos filtros a nuestras fotos y qué impacto tiene eso a la hora de afianzar seguidores», en español), elaborado por investigadores de Yahoo , el filtro adecuado aumenta en un 21% la probabilidad de que un «selfie» sea visto y en un 45% que sea comentado por los usuarios. Es decir, los filtros aumentan la participación de los usuarios.

Las redes sociales como Instagram han hecho de los filtros su razón de ser. Esta plataforma, actualmente en manos de Facebook, ofrece enla actualidad unos 22 tipos de filtros distintos. A pesar de su ubicuidad actual, estos filtros «no deben darse por sentado» ni tomarse a la ligera, ya que su uso «puede afectar a cómo las personas se involucran con los demás de forma significativa», subraya el informe, que para su elaboración se entrevistaron a grupos de personas que habitualmente utilizan este tipo de herramientas. En total, se analizaron unas 7,6 millones de imágenes publicadas en Instagram y Flickr.

Su popularización, gracias a las aplicaciones para «smartphones», ha ido in crescendo en los últimos años. «En un período relativamente corto de tiempo su uso ha pasado de los fotógrafos a entusiastas de la fotografía». Sin embargo, y pese a la incorporación de nuevas funciones dentro de la aplicación de la cámara ya integrada de forma nativa, la mayoría de usuarios hace uso de aplicaciones externas para modificar las imágenes.

Estos «fotógrafos sociales» suelen compartir, principalmente, sus fotos con familiares y amigos. Además, según recoge el estudio, utilizan los filtros para conseguir «fotos únicas» pero únicamente para su entorno más cercano, por lo que lo ven como algo «divertido de usar» y no sienten la «necesidad de aprender y utilizar» programas de software profesionales.

«Curiosamente, a menudo buscan filtros que ponen de relieve los objetos más destacados en las fotos y tratan de aplicar efectos estéticos, como la adición de saturación de color o conseguir una mirada», escriben Saeideh Bakhshi y David A. Shamma, en una entrada en el espacio corporativo de Yahoo . «Las imágenes con filtros son más propensas a ser vistas y comentadas».

Tras analizar unas 7.6 millones de fotos, los investigadores concluyeron que no todos los filtros afectan a la participación de los usuarios de la misma manera. «Los filtros que aumentan el contraste y la exposición puede ayudar a la participación, mientras que los filtros con tonos más cálidos resultan más atractivas que las que tienen efectos de color más fríos». Esos tonos cálidos (rojo o el amarillo) producen sentimientos de alegría. Los investigadores consideran que las imágenes con tonos azulados y más fríos no se lograría el mismo éxito, ni tampoco los filtros de tintes vintage.