Por qué debes elegir bien tus complementos para la vuelta a trabajo
Bolso, mochila, maletín... las posibilidades son infinitas, lo difícil es elegir la acertada
Hablar de bolsos para hombres significa entrar en un terreno pantanoso del que resulta complicado encontrar la salida. Aunque muchos se empeñen en cargar sus bolsillos (o en dejar que sean sus acompañantes quienes lo transporten) de llaves, cartera, gafas de sol, cargador del móvil, etc; la realidad es que están necesitados de un accesorio en el que poder llevar sus cosas otorgando además un extra de estilo. Porque, admitámoslo, las opciones hasta ahora no eran demasiado propicias para presumir de estilo. Estaban las alforjas, más propias de las caballerías que de los caballeros; los macutos, pensados para los soldados; los neceseres o boteros, prolongación de la mano de los futbolistas al salir de los autobuses en su llegada al estadio; o la riñonera, la cual podría dar de sí para un acalorado debate.
Por suerte, empiezan a sacar la cabeza otras fórmulas con las que aunar comodidad y moda en una misma pieza. Una de ellas es la mochila . Lleva años ampliando su territorio más allá del puramente infantil y por fin lo está consiguiendo con éxito. Ya no es un útil exclusivo para las aulas de colegio, su funcionalidad se ha extendido a las oficinas de las grandes empresas que buscan funcionalidad y practicidad a partes iguales. son muchas las firmas que han decidido apostar firmemente por ella desde hace varias temporadas. Y cada vez de forma más decidida, incluyendo además de diseños más rompedores o tejidos más sorprendentes, compartimentos con los que hacer la vida un poquito más fácil. Eso sí, nada de llevarlas con traje, utilízalas solo si tu trabajo te permite ir con otro vestuario que no sea excesivamente formal.
Lo que sí está pensado como satélite del traje es el maletín . Clásico entre los clásicos, si eres un amante de ellos o te resistes a cambiarlo por una opción más contemporánea, los modelos de piel con aspecto envejecido como los propuestos por Berluti son siempre una buena elección.
Porque si hay algo claro es que la elección de un complemento u otro denota personalidad. Por ejemplo, un maletín dice de ti ser alguien sobrio, de gustos tradicionales y ciertamente nostálgico, mientras que con la mochila estás dejando claro que eres alguien práctico y funcional de estilo más desenfadado .
Existe una tercera variante para los que se atreven con todo y van más allá de los convencionalismos: los bolsos . Aquellos relegados durante años al armario femenino de los que por fin empiezan a hacerse versiones dignas. Los diseñadores se han puesto las pilas (y la sociedad va poco a poco abandonando absurdos prejuicios) hasta dar con el clásico ‘satchel’ o ‘messenger’ que puede llevarse colgada de un hombro o a modo de bandolera cruzada, el tipo bowling que adquiere un mayor tamaño para los que optan por lucirlo para ir al gimnasio, el cuadrado tote en el que puedes llevar de todo, o incluso la versión de mano que puede asemejarse a un sencillo portadocumentos.
Olvídate de prejuicios y haz de tu preferencia de accesorio tu mejor carta de presentación.
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