Su refugio. Alphonse Gabriel Capone, el gangster que no se dejaba cazar, pasó sus últimos años de vida en un constante duermevela presa de enajenaciones mentales transitorias. Sufría una demencia precoz los médicos la atribuían a una sífilis mal tratada que le transmitió una prostituta cuando era joven Su última morada. En 1939 fue liberado de la cárcel de Alcatraz, los últimos meses en prisión los había pasado en el hospital. En 1947, 8 años después, se metió en la bañera de su casa de Miami Beach, Florida, fue el escenario de su muerte. El enemigo público número 1 de Estados Unidos falleció de neumonía a los 48 años Recuerdos de Italia. Al Capone se compró la que sería su última casa en 1928. Fue un impulso sentimental, le recordaba a la costa italiana. Cabe recordar que él era americano Vivienda de recreo. Esta casa era un oasis para él, necesitaba refugiarse allí para desconectar de su ajetrado estilo de vida en Chicago Al gusto. El gangster se hizo con la vivienda por 40.000 euros, después se gastó 200.000 en reformarla. Añadió elementos que lo protegían del exterior: muros, cuevas y focos reflectores . Pero la mansión de Capone está lejos de parecerse a una cárcel Muy espaciosa. Tiene vistas al mar y es muy espaciosa: suma cuatro dormitorios, tres cuartos de baño, dos salas de estar y una amplia cocina Clara. Tanto el mobiliario como las paredes de la mansión son blancos. El color intensifica la luminosidad de los espacios Acristalada. Todas las habitaciones tienen grandes galerías de cristal que aprovechan al máximo la luz natural de la zona. Eso sí, los grandes ventanales son de cristal blindado, la seguridad ante todo Cocina. Los suelos son de madera, salvo en la cocina, allí se hace un guiño a Italia forrando el pavimento original con mármol de carrara Gran belleza. La mansión suma elementos arquirtectónicos que la embellecen como arcos, columnas, escaleras de caracol y galerías. Además de la vivienda principal, en el exterior hay una casa de invitados, una cabaña junto a la piscina y un puente de coral Jardines. En total, la propiedad del gangster mide 2.800 metros cuadrados repletos de jardines con especies de plantas exóticas. Vuelven a estar disponibles al mejor postor. Ninguno de sus compradores anteriores fue capaz de retener la propiedad, sigue a espera de un propietario que la disfrute
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