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Seguridad en la JMJ de Cracovia

«Desde el pueblo natal de Juan Pablo II hemos superado siete controles policiales»

Cracovia, y por extensión media Polonia, están tomadas por las medidas de seguridad. Los atentados recientes no dejan margen a la improvisación

ROSALÍA SÁNCHEZ

«Hemos hecho en autobús el viaje desde Wadowice , el pueblo natal de Juan Pablo II, hasta Cracovia y hemos tenido que pasar siete controles policiales. En cada control registraban el vehículo y pedían pasaportes . En otras circunstancias habría resultado pesado, pero los chicos son conscientes de que es necesario y hemos amenizado el retraso con las guitarras», dice el padre Sebastian , que acompaña a un grupo de jóvenes ecuatorianos. Cada peregrino que llega a Polonia es consciente de que alrededor hay desplegado un dispositivo de seguridad «histórico», en palabras del portavoz de la policía Jan Lach . No solamente hay desplegados 20.000 policías, sino que los servicios de inteligencia de EE.UU. se han implicado en la operación para ayudar a blindar Polonia. «No, no tenemos miedo. Nos sentimos agradecidos a todos esos policías que van a trabajar tanto estos días y al gobierno de Polonia, por tantos esfuerzos, pero sin ánimo de molestar a nadie, quien finalmente dispone de lo que a nosotros nos pase es Dios», responde el padre Sebastián, «más seguros imposible».

El pasado mes de marzo, desde la Secretaría de Estado de Estados Unidos, se advirtió del riesgo de un atentado terrorista durante la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia y la ciudad se ha volcado para recibir al Papa Francisco y a los cientos de miles de peregrinos que le acompañarán con todas las garantís. El Ministerio del Interior de Polonia reitera que no existe amenaza de terrorismo y ha reunido 5 helicópteros, varios retenes de bomberos, agentes de la Oficina de Protección del Gobierno y guardas fronterizos, con un presupuesto de cerca de 19 millones de euros , para velar por la tranquilidad del evento.

«La verdad es que yo no me tomaba tan en serio lo de la seguridad, pero cuando he sabido lo que ha pasado en una iglesia de Francia he caído en la cuenta de que para algunos somos un objetivo», reflexiona Florian, un estudiante de 21 años de la parroquia de San Ludwig de Berlín, «pero por eso precisamente es importante caminar confiando en el Señor , hacia Cracovia , mostrando a los violentos que hay otra forma de hacer las cosas y que con esos métodos no van a conseguir lo que se proponen».

La policía de Polonia ha reconocido que la seguridad de la JMJ supone un enorme desafío logístico. Desde hace más de un mes, perros adiestrados en la detección de explosivos recorren una y otra vez los trayectos que hará el Papa Francisco. Además, en cada lugar del programa de la JMJ se realizarán varios reconocimientos previos a las ceremonias por parte de agentes especialmente preparados y completamente profesionales. Polonia ha pedido asesoría al ejército de EE.UU. y está utilizando para ello las técnicas de seguridad más avanzadas.

Por si eso fuera poco, el trabajo de la policía polaca recibió el pasado jueves el visto bueno del jefe de la Gendarmería Vaticana, Dominico Giani, quien visitó los lugares que recorrerá el Papa durante su estancia en Cracovia para hacer personalmente las últimas comprobaciones. «La evaluación ha sido positiva, y el Vaticano no ha puesto ninguna objeción al dispositivo de seguridad», explicó tras esa visita el Secretario General del Comité Organizador de la JMJ 2016, el padre Grzegorz Suchodolski.

«Ya han venido a registrar nuestra casa dos veces y sabemos que vendrán de nuevo antes del jueves», se resigna Michael Pavel, un vecino del Parque Jordan en Blonia, donde tendrá lugar las ceremonia de acogida a los jóvenes. «Estos reconocimientos son necesarios para comprobar que las viviendas no estás siendo utilizadas indebidamente y también anotamos la orientación de cada ventana para incluir los datos en el concepto general de seguridad, un programa que nos ayudará a evitar los ángulos muertos», explica el portavoz local de policía, Mariusz Ciarka.

Además, Polonia ha restablecido los controles en sus fronteras comunitarias, en los puertos y aeropuertos, desde el pasado 4 de julio. Para refrzar es importante tarea, los aeropuertos de Cracovia-Balice y Katowice-Pyrzowice contarán durante la JMJ con el apoyo de agentes de fronteras de Portugal y de Italia en el primero de los casos y de Bélgica y España en el segundo. Por eso los peregrinos no deben extrañarse si son sometidos a controles aleatorios que incluyen registro de sus maletas y un breve interrogatorio. La organización solicita que colaboren en lo posible pensando que cada uno de ellos, siguiendo las indicaciones de los agentes, puede poner su grano de arena a este macro programa de seguridad.

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