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Ley de Cambio climático

El sector del transporte reclama incentivos para descarbonizarse

Sin un transporte bajo en carbono será imposible cumplir con los objetivos del Acuerdo de París

A. Acosta

En 2014 España emitió 323 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, de las que un 28% corresponden al sector del transporte (19% a generación eléctrica y 12% a la industria). De éstas, el 68% son emisiones que realizamos por el transporte de pasajeros por carretera; un 28% corresponden al transporte de mercancías por carretera, y el resto al transporte marítimo y aéreo. Por tanto, «la carretera es el gran emisor» .

Este fue el punto de partida de la sesión de trabajo centrada en el transporte en las jornadas «España, juntos por el Clima», que jueves y viernes han reunido en Madrid a administraciones, representantes de grupos políticos, empresas, sector financiero, ONG, sindicatos, científicos y juristas para hagan aportaciones para la elaboración del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética , que permitirá a España cumplir los objetivos internacionales de lucha contra el cambio climático recogidos en el Acuerdo de París y poner a nuestro país en la senda adecuada para que sea un país casi neutro en emisiones a mediados de siglo.

«Si queremos cumplir los objetivos del Acuerdo de París el sector del transporte tiene que descarbonizarse », dijo Alberto Amores, de la consultora Deloitte. Los objetivos que salieron de esa Cumbre de París de 2015 se refieren a que en 2050 debemos alcanzar la neutralidad de emisiones , eso significa reducir el 80-95% de las emisiones sobre el nivel de 1990. «O sea, no vamos a poder emitir casi nada», insistió Amores.

Un tercio de las emisiones

Andrés Monzón, catedrático de Transporte en la Escuela de Caminos, Canales y Puertos de la UPM, incidió en la carretera como el foco al que hay que prestar mayor atención, pues es responsable de un tercio de las emisiones y tiene plena dependencia de los combustibles fósiles (más del 95%).

Por tanto, mejorar la eficiencia de la carretera es fundamental para conseguir esa contribución del transporte a la lucha contra el cambio climático, dijo. Para ello la ley de Cambio Climático y Transición Energética «tiene que optar por la regulación pero debe apostar también por la innovación e impulsar un cambio del modelo industrial y un cambio en el comportamiento de los ciudadanos ».

En cuanto a la innovación y las tecnologías, «el objetivo a 2050 es tan restrictivo que solo la electrificación del transporte nos permitirá alcanzarlo », señaló Amores, citando un estudio elaborado por Deloitte sobre la descarbonización del transporte. «Todo el transporte de particulares por carretera deberá ser eléctrico, es la única manera de conseguirlo, y una parte muy significativa del transporte de mercancías, sobre todo ligero, deberá ser electrificada también. Para el transporte pesado España tiene un potencial muy grande de cambio modal al ferrocarril eléctrico».

Pero existen barreras a esa electrificación , como el coste del vehículo eléctrico, su autonomía y su tiempo de recarga. «Para que la rueda empiece a girar hay que ponérselo más fácil al consumidor», explican desde Deloitte. El coche eléctrico tiene que ser más barato que el convencional para que el consumidor lo adquiera, al tiempo que necesitamos un despliegue de infraestructura de recarga que, en el caso de España, donde un tercio de los vehículos duermen en la calle, debe tener muchos puntos de carga públicos.

Mercancías, al tren

En cuanto al transporte de mercancías, César López, director gerente de la Sociedad de Ferrocarriles Españoles, explicó que en España actualmente solo transportamos el 5% por ferrocarril , menos que en el año 90, cuando estábamos en un 11%. La media de la UE es un 20%. Por tanto, España debe hacer «una transferencia muy importante de las mercancías al ferrocarril eléctrico, que en 2030 debería transportar entre 15-20%, y en 2050 hasta el 40%».

Además, reclamó inversiones directas en la electrificación de ferrocarriles –a veces solo porque 30 kilómetros de línea no están electrificados se sigue invirtiendo en trenes con diésel- y una apuesta por los combustibles limpios, que incluya bonificaciones para las tecnologías limpias y los vehículos híbridos. Además, apostó por reordenar la fiscalidad ambiental porque ahora el transporte de mercancías por carretera tiene en nuestro país una fiscalidad un 50% más baja que en el resto de Europa.

Por su parte desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles, su vicepresidente Mario Arnedo, mostró su acuerdo en la necesidad de fomentar coches de bajas emisiones, con incentivos y con una visión territorial, y potenciar la estructura de los vehículos alternativos, pero insistió en que «todas las tecnologías son necesarias, el diésel es necesario, el vehículo eléctrico, el gas natural…».

Pero el mayor problema ahora mismo en nuestro país es que «no hay políticas activas en cuanto al coche viejo, y la edad media de los vehículos es de 12 años y de 15 años en los industriales ». En este sentido, apostó por establecer programas de financiación y fomento para la renovación del parque automovilístico.

En 2016, los coches vendidos en España emitieron 115 gramos por kilómetro, frente a los 119 gramos de media europea . En cuanto a los vehículos nuevos, en 2021 el sector del automóvil tendrá que justificar unas emisiones de 95 gramos por kilómetro, «difícil porque el vehículo eléctrico no ha tenido el impacto que creímos».

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