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Hábitos de consumo doméstico

¿«Price-driven» o «buscacaprichos?: descubre cómo eres cuando haces la compra

Se distinguen cinco tipos de consumidores a la hora de planificar lo que se necesita en el hogar y tirar a la basura cuando el producto caduca o se estropea

E. MONTAÑÉS

La Asociación de Empresas de Gran Consumo (Aecoc) ha trazado cinco tipos de personas en cuanto a su conducta respecto a la comida y el acto de la compra.

El 31,6% de los encuestados en su «Estudio sobre Hábitos de Aprovechamiento de Alimentación en los Españoles» forman parte de la categoría de los «reaprovechadores»: aquellos que antes de tirar cualquier alimento a la basura hacen lo posible por sacarle el mayor provecho a las sobras con la elaboración de recetas creativas y nutritivas. Se ajustan a expresiones del tipo «antes de tirar la comida me lo pienso cien veces», «prefiero hacer compras grandes y menos frecuentes», «me gusta probar recetas nuevas con las sobras que tengo en la nevera» e «intento guardar las sobras para cocinar otros platos».

Otro 20,5% de la población se adscribe a la categoría de los «foodwaste generators»: definición para las personas que son completamente conscientes de que tiran demasiada comida a la basura, y aunque guardan sobras en la nevera, también acaban desechándolas. Además, también los definen características como que son influenciables por las promociones que encuentran en los puntos de venta y cada vez más realizan sus comprar online. Se ajustan a frases como «en casa tiramos más comida de la que me gustaría».

Un 16,1% de los consumidores serían los «buscacaprichos» o «compradores cursiosos»: aquellos que admiten no planificar nunca con antelación su acto de la compra; así que se dejan llevar por novedades, descuentos y promociones, sean cuales sean. Pronuncian frases del tipo: «Cuando voy a comprar alimentos, acabo comprando más de lo que esperaba y cada vez los alimentos son más caros». También dicen aquello de «me gusta entretenerme en las tiendas de alimentación mirando nuevos productos».

También hay un porcentaje de un 15,7% para los «eco-friendly» , el conjunto que se preocupa por el consumo de productos locales y se compromete con su entorno con la colaboración de acciones sociales. Ellos dicen cosas como «prefiero consumir productos locales, cultivados cerca de dónde vivo» y «sigo una dieta mediterránea y tradicional».

El 16,1% restante lo forman los «price-driven»: para ellos el precio es el factor decisivo para realizar la compra y consideran que los alimentos son cada vez más caros. Por eso, siempre que salen de casa, se llevan la comida preparada. «He reducido mi gasto en alimentación», «cada vez los alimentos son más caros» y «cuando vamos de excursión nos llevamos comida de casa».

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