El Papa recibe a 200 enfermos de Huntington para acabar con el estigma de esa enfermedad
Saluda, una por una, a casi dos mil personas entre enfermos, familiares e investigadores
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónRecordando que «Jesús salía al encuentro de los enfermos y derribaba los muros del estigma y la marginación», el Papa Francisco ha mantenido el jueves un encuentro con doscientos enfermos de Huntington , acompañados de sus familias, investigadores y benefactores hasta un total de ... casi dos mil personas a las que ha saludado una a una, con una caricia, un beso o un abrazo en el aula Pablo VI.
La enfermedad de Huntington lleva progresivamente a movimientos descontrolados (el «baile de San Vito»), deformación de las manos y pérdida de capacidades cognitivas y de relación, lo que empuja a la gran mayoría de los pacientes a permanecer escondido s en las casas por vergüenza. Los niños abandonaban la escuela a causa del vacío creado a su alrededor por miedo a un contagio imposible pues se trata de una enfermedad estrictamente hereditaria.
El Papa ha lamentado «los malentendidos, las barreras y la marginación» en torno a los afectados por esta enfermedad y el dolor de las familias por «la vergüenza, el aislamiento y el abandono». La enfermedad de Huntington es un trastorno degenerativo cerebral genético que termina por causar la muerte. Se trata de una de las «enfermedades raras» pues su incidencia a nivel mundial es de solo 27 casos por cada millón de personas, pero es muy alta en zonas de Venezuela, Colombia, Perú y Brasil.
Francisco se ha sumado al lema de la campaña mundial para cancelar el estigma social y corregir los errores de percepción afirmando «Quiero decir con vosotros ‘Hidden no more!, ¡Ocultos nunca más!’».
El Santo Padre ha dado las gracias a los benefactores y a los investigadores, entre los que destaca el doctor Ignacio Muñoz-Sanjuán , vicepresidente de la Fundación CHDI, con sede en Los Ángeles y dedicada a promover la investigación médica sobre de esta enfermedad
Al mismo tiempo, el Papa ha dejado muy claro que la búsqueda de una cura y el intento de evitar la transmisión a los hijos debe respetar los límites de la ética pues « ningún fin , aunque sea en sí mismo noble justifica la destrucción de embriones humanos ».
El Papa recibió a su llegada el saludo del periodista británico Charles Sabine, portavoz mundial de la comunidad de enfermos de Huntington, familiares e investigadores, y de la neuróloga y senadora vitalicia italiana Elena Cattaneo. Ambos le presentaron a Brenda, una joven paciente argentina que le entregó unos regalos en nombre de todos.
Era el mayor encuentro de enfermos de Huntington de la historia, y el total de participantes se acercaba a los dos mil, pero el Papa ha preferido dedicar solo una pequeña parte del tiempo disponible a su discurso y, en cambio, ir pasando por todas las filas del aula para saludar una por una a cada persona.
Era su modo de transmitir ánimo y consuelo a personas que, por su aspecto o modo de moverse, jamás reciben un estrechón de manos, un abrazo o un beso de un desconocido, sino más bien lo contrario.
Muchas de las familias participantes son de condición social modesta, y proceden de localidades pequeñas de América del Sur. Esta peregrinación a Roma es quizá el viaje más bonito de sus vidas.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete