Mil millones de niños son víctimas cada año de la violencia

Según un estudio publicado hoy por la OMS los casos de homicidio se encuentran entre las cinco causas más frecuentes de mortalidad entre los adolescentes, siendo el 80% de las víctimas varones menores de 18 años . Además, uno de cada cuatro infantes sufre de abusos corporales y una de cada cinco niñas ha sido abusada sexualmente, al menos una vez en su vida.

Para intentar hacer frente a este problema, que no cesa de aumentar, en todos los países la agencia saniaria de la ONU publicó hoy un informe titulado «INSPIRE» que preconiza un paquete de siete medidas interrelacionadas para intentar prevenir y frenar la violencia infantil a través de la creación de condiciones que protejan a los niños.

De acuerdo con el estudio de la OMS, las consecuencias de la violencia durante la infancia y la adolescencia pueden ser severas y durar para siempre . Entre las heridas denunciadas en el documento se encuentran las internas causadas por golpes, las de la cabeza, las fracturas y quemaduras corporales.

Durante la infancia los actos de violencia son cometidos a menudo por los padres o por las personas que cuidan a los niños o están al cargo de su escolaridad. A menudo que crecen, los niños sufren violencia física o acoso de sus amigos, compañeros de colegio o pareja con armas como pistolas, rifles o armas blancas.

Estos actos violentos pueden ocasionar enfermedades no transmisibles como ataques de corazón, diabetes, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas, enfermedades cardiovasculares o desórdenes alimentarios. También comportamientos de riesgo como el consumo de alcohol, drogas, tabaco, inactividad física o relaciones sexuales no protegidas.

La violencia puede causar la muerte de los niños, incluso la del feto, o embarazos no deseados, en las jóvenes menores de 18 años, que ha menudo presentan complicaciones graves o malformaciones congenitales. La depresión, el suicido o la ansiedad se encuentran también en la lista de consecuencias publicada en el estudio.

«Ahora que conocemos los actos y las consecuencias de la violencia infantil debemos trabajar de manera conjunta para crear ambientes seguros y estables que protejan a los niños y adolescentes contra ella», declaró el doctor Etienne Krug , director en el departamento de enfermedades no transmisibles y prevención de la violencia de la OMS.

El informe afirma que la violencia infantil puede prevenirse a través de la implementación y endurecimiento de leyes que limiten el acceso de los jóvenes a las armas de fuego u otras armas o las que penalizan juridícamente los actos violentos llevados a cabo por los padres contra los hijos, como ocurre hoy en numerosos países europeos.

Cambios en la manera de percibir los roles de cada género, fomentar la construcción de casas seguras y de mejor calidad, el apoyo a los padres y cuidadores, medidas para mejorar los ingresos de las familias, la puesta en marcha de programas para delincuentes juveniles o programas de educación infantil están entre las propuestas del estudio.