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Cuatro grandes fuegos arrasan Portugal

Hay 1.600 efectivos movilizados y 20 aldeas desalojadas en el país vecino por incendios

Francisco Chacón

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Los incendios vuelven al primer plano de la actualidad en medio de las altas temperaturas en Portugal, que aún subirán más en los próximos días, y la fuerza del viento. Cuatro grandes focos en la franja centro-norte del país vecino han requerido la movilización de 1.600 efectivos, con los distritos de Castelo Branco, Portalegre y Santarém como más afectados.

En esta última zona vive una situación gravísima la aldea de Sao José das Matas, ya que está cercada por el fuego y ya ha ardido la mitad de su área, casi 20.000 hectáreas .

El Ayuntamiento al que pertenece esta pedanía ha elevado una voz de alarma porque teme que, a este ritmo, pueda incluso ser engullida en su totalidad por este devastador siniestro.

Después de la tragedia de hace poco más de un mes en Pedrógao Grande, donde fallecieron 64 personas (según las cifras oficiales, puestas en cuestión por varias investigaciones), el miedo vuelve, por tanto, a la población lusa .

La colaboración española vuelve a ser decisiva , en vista de que la falta de medios se sigue revelando como preocupante pese a las críticas recibidas por la gestión de esta crisis por parte del Gobierno socialista de António Costa.

Dos aviones Canadair llegaron procedentes de Madrid para combatir las llamas, así como un equipo de 116 personas de la Unidad Militar de Emergencias desde las bases de Morón de la Frontera y Torrejón de Ardoz.

Además, otros cuatro aviones se encontraban en camino esta tarde del miércoles, de acuerdo con los datos facilitados por la Autoridad Nacional de Protección Civil.

El objetivo no se centra únicamente en frenar la acción del fuego en Portugal sino evitar que algunos focos, como el de Nisa, puedan extenderse a suelo español , si tenemos en cuenta que se sitúa a tan solo 20 kilómetros de la provincia de Cáceres.

Es la tercera vez en un mes que los portugueses tienen que recurrir a España para tratar de hacer frente a este problema endémico, que vive su verano más negro.

Más de mil personas se han visto obligadas a abandonar sus pertenencias para salir corriendo y salvar sus vidas en 20 aldeas, pues ahí se centra la prioridad con tal de que el cuentamuertos no vuelva a activarse después de la catástrofe de Pedrógao Grande, cerca de Leiria.

Y todo cuando el hasta ahora presidente de la Asociación de Bomberos de Portugal, Rui Silva, ha sido apartado de su cargo en circunstancias no del todo claras.

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