Confirman la marcha de decenas de enfermeras de Ibiza ante la inminente aprobación del decreto que exigirá el catalán

El Sindicato de Enfermería (Satse) de Baleares también denuncia que ahora mismo ya hay problemas para cubrir plazas vacantes en todas las islas

Francina Armengol, presidenta de Baleares Efe

20/12/2017
Actualizado 21/12/2017 a las 14:44h.

El Sindicato de Enfermería (Satse) de Baleares ha confirmado este miércoles la marcha de decenas de enfermeras de Ibiza ante la inminente aprobación del decreto del Gobierno autonómico que exigirá el catalán . El Satse ha denunciado también los «problemas» que estarían teniendo ahora varias gerencias del Servicio de Salud del Archipiélago para contratar personal cualificado disponible, especialmente en el colectivo de enfermería. En ese sentido, el Hospital de Can Misses, ubicado en Ibiza, se estaría quedando sin enfermeras.

Según ha dado a conocer el Satse esta mañana, a través de un comunicado, « la situación más grave se vive actualmente en la Gerencia de Ibiza y Formentera , porque la bolsa única se ha agotado y ya no hay enfermeras disponibles para contratar, aun sin ser una época de contratación masiva como el verano». El Satse atribuye esta situación, además de a la escasez estructural de profesionales, al decreto que aprobará en breve el Gobierno balear exigiendo a médicos y enfermeros el conocimiento del catalán para poder trabajar en la sanidad pública.

Cabe recordar que el Ejecutivo autonómico, que preside la socialista Francina Armengol, está a punto de aprobar un controvertido decreto lingüístico en el que se regula el conocimiento de catalán que deberán tener los médicos y enfermeros que deseen ejercer su labor en la Comunidad. La futura norma establece que la lengua catalana será un requisito para los auxiliares, enfermeros y médicos que se presenten a oposiciones. Los auxiliares deberán acreditar el nivel B1 o básico , mientras que médicos y enfermeros deberán tener el nivel B2 o avanzado para poder optar a una plaza en la sanidad pública.

«De hecho, se ha confirmado la marcha de decenas de enfermeras de Ibiza a otras comunidades autónomas, ante la perspectiva de exigencia del certificado lingüístico, junto a otras que han solicitado el traslado que recientemente ha convocado Andalucía», señala el citado comunicado del Satse.

Falta de personal

El mencionado sindicato indica también que la Gerencia de Ibiza y Formentera «está pidiendo a las enfermeras del área la realización de horas extraordinarias para cubrir las ausencias y sortear así las carencias asistenciales que se producen». Asimismo, «está contratando enfermeras fuera de bolsa sin solicitarles ningún título de catalán; enfermeras que, por necesidades del servicio, están un día en una unidad y otro día en otra, afectando directamente a la calidad del servicio asistencial al paciente».

La situación en el Hospital de Son Espases , ubicado en Palma, sería parecida, pues «de cara a las sustituciones necesarias para cubrir permisos durante las fiestas navideñas, está contratando por la vía de urgencia y fuera del mecanismo regulado de la bolsa única de empleo». Tanto en Ibiza como en Mallorca se estaría incumpliendo ya «el requerimiento legal de exigencia de certificación lingüística».

El Satse también afirma que «tampoco hay disponibilidad en bolsa para contratar enfermeras especialistas en Salud Mental ni en Ibiza y Formentera ni en Menorca». Además, recalca que este mismo año «puntualmente» se ha agotado también la bolsa de matronas . «Todo ello ocurre sin que realmente hayan entrado en vigor a todos los efectos los requisitos lingüísticos» fijados por el Gobierno balear, recuerda el sindicato. En ese sentido, «una vez publicado el decreto, sus efectos a medio plazo serán demoledores».

Según el secretario general de Satse en Baleares, Jorge Tera, «ningún profesional cualificado admite que se le etiquete como de segunda clase, que es lo que está ocurriendo con el decreto del catalán». Tera recuerda que «las enfermeras son profesionales muy cotizadas en cualquier comunidad autónoma y por supuesto en el resto de Europa, y por eso están empezando a marcharse, sobre todo aquellas con menos arraigo en las Islas Baleares». A su juicio, «los verdaderos efectos del decreto se van a ver en dos o tres años, cuando lo que ha sido hasta ahora un efecto llamada se convierta en efecto rechazo».

Una «irresponsabilidad» del Govern

Desde el citado sindicato se considera también que «estar tramitando un decreto para excluir a profesionales cualificados del acceso al empleo público en una situación como ésta es una irresponsabilidad». Por ello, el Satse pide a la presidenta del Govern y a la consejera de Salud, la socialista Patricia Gómez, que «den marcha atrás y que no permitan que un criterio político impuesto por el socio minoritario —MÉS por Mallorca— ponga en peligro la asistencia sanitaria y la gobernanza de la sanidad, área estratégica que gestiona un tercio del presupuesto de las Islas Baleares y que ya es de por sí suficientemente compleja de gestionar».

El Sindicato de Enfermería (Satse) del Archipiélago y el Sindicato Médico de Baleares (Simebal), mayoritarios en el sector, son las dos entidades que hasta ahora se han opuesto con mayor firmeza a la exigencia del catalán en la sanidad isleña. Ambos sindicatos anunciaron el pasado mes de noviembre que impugnarían el mencionado decreto autonómico, pues consideran que la nueva norma dificultará la llegada de especialistas del resto de España a las Islas. Simebal y Satse defienden que el dominio de la lengua catalana sea sólo un mérito y no un requisito , al entender que debería primarse la atención sanitaria por encima del posible conocimiento o no del catalán.

Por su parte, tanto Armengol como Gómez han venido reiterando que ninguna plaza sanitaria quedará sin cubrir por ninguna razón lingüística a pesar de la exigencia del catalán y que ningún profesional sanitario habría dejado de venir a Baleares por no conocer la lengua propia de la Comunidad. En ese sentido, desde el Govern se recuerda que ya ahora se contemplan algunas excepciones lingüísticas, que están también recogidas en el decreto que en breve aprobará el Consejo de Gobierno. Una de esas excepciones establece que cuando haya menos aspirantes que plazas a cubrir, no se exigirá el conocimiento del catalán.