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MASCOTAS

Cómo evitar el síndrome de dilatación gástrica en nuestros perros

Se trata de una enfermedad que hay que atajar a tiempo ya que el 30 por ciento de los perros que lo sufren fallece. La prevención y la detección de los primeros síntomas es fundamental para evitarlo

ABC

CARMEN ANIORTE

Conocida por los veterinarios por las siglas DTVG, también se denomina dilatación gástrica o también llamado torsión gástrica . Se trata de una enfermedad aguda que se presenta en animales domésticos , principalmente en perros (no en gatos). Su pronóstico es grave y ante el primer signo de alarma debe ser tratada con la máxima celeridad , ya que no de ser así puede acabar con la vida de nuestra querida mascota en cuestión de... horas. Este proceso puede aparecer en un intervalo entre dos y cuatro horas. Su tasa de mortalidad es muy elevada.

Las causas que la producen no están completamente aclaradas. La teoría más extendida es que debido a la acumulación de gases , el estómago se dilata hasta un punto en que los ligamentos que lo fijan no lo sujetan y el peso del bazo, pegado al estómago, produce el giro del intestino. Esta acción provoca un colapso en el riego sanguíneo, ya que las arterias y las venas que discurren por el estómago se estrangulan, impidiendo de esta manera que la sangre llegue a otros órganos vitales y se oxigene correctamente, lo que produce arritmias cardíacas que derivan en un «shock» de fatales consecuencias. Como decimos se trata de una grave enfermedad, que según datos en un 30 por ciento de los casos supone el fallecimiento del animal.

Una precaución: comer y beber despacio

La dilatación gástrica es una afección muy común entre los cachorros que comen en exceso o en adultos que se alimentan y beben muy rápido. Si bien, según veterinarios consultados, puede sufrirla cualquier perro, las razas más propensas son el Pastor alemán, el Doberman, el Setter irlandés, los Galgos, el Gran danés, el Schnauzer gigante, el San Bernardo y el Chow-Chow.

La prevención y la detección de los primeros síntomas es clave para evitar este mal ABC

Resulta que, este tipo de razas tienen el estómago más caído y con mayor laxitud en los ligamentos que lo sostienen a la cabidad abdominal. Esto no significa que la enfermedad no se pueda presentar en razas medianas y pequeñas; pero sucede con menor frecuencia. Por otra parte, también hay opiniones que aseguran que este síndrome es bastante más propio en perros de raza que en aquellos que son mestizos.

Es fundamental que los propietarios de ejemplares predispuestos aprendan a detectar los primeros síntomas y acudir de inmediato al veterinario en el menor tiempo posible (menos de una o dos horas). Hay que tener en cuenta que el perro al que se le dilata una vez, está predispuesto a sufrir dilataciones posteriores, es por eso que hay que tomar ciertas precauciones para evitar sustos.

Siempre mejor prevenir

Para que todo vaya bien hay que evitar: comidas abundantes y en una sola vez. También que no coman demasiado rápido y que beban abundantemente (ofrecerle agua de a poco, de esta manera, se evita la aerofagia y también el agua llega al estómago más despacio). Que no coman antes o después de realizar ejercicio (dejar pasar un tiempo ya que el mismo peso del alimento en el estómago, más el aire que pueda tragar al correr, ladrar o tirar de la correa pueden dilatarlo), alimentar al animal a última hora de la noche o tener la comida siempre a disposición del perro.

A la hora de la comida se puede emplear un comedero elevado , de modo que esté a la altura de su boca y así no tenga que agacharse para comer y evite que ingiera la comida de golpe. En la actualidad existen en el mercado comederos especiales. Fabricados en plástico Go-Slow de Dogit, son perfectos para emplearse indistintamente, tanto para comida como para agua. Están disponibles en tres tamaños para amoldarse a las necesidades de cada animal. También hay un « comedero especial para perros que comen con gran rapidez » (14,45 Euros).

Comedero con sistema antigulping ABC

Como venimos diciendo, los perros comen rápido y en algunos momentos parece que inhalan su alimento. Al hacerlo tragan mucho aire y suelen atragantarse con la comida. Algunos llegan a ahogarse o incluso vomitan lo recién ingerido. Este plato con un sistema anti-gulping (que evita atragantarse) es un simple recipiente de plástico con barreras que dificultan el acceso del perro a la comida . Esto hace que tenga que comer más despacio, dándole el tiempo suficiente para que el alimento descienda hasta el estómago en porciones más pequeñas y comience sin problemas el proceso de la digestión. El uso contante de este plato mejora la digestión tanto en los perros tragones; así como disminuye la acumulación de gases en los intestinos. Además como decimos reduce el riesgo de sufrir de dilatación y torsión gástrica.

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