Uno de cada diez niños crece solo en el mundo

La organización lanza hoy la campaña «Ningún niño nace para crecer solo», con el objetivo de alertar sobre los 220 millones de niños, un 10% de la población infantil mundial, que crecen solos.

Para Aldeas Infantiles SOS, las tres condiciones necesarias para considerar que un niño no está solo en el mundo son:

-Disfrutar de una atención estable y del cariño de al menos un adulto.

-Un hogar en el que se garantice su seguridad y su bienestar.

-Alimentación adecuada, atención sanitara, educación y satisfacción de otras necesidades básicas.

Según el presidente español de la ONG, Pedro Puig, «si alguna de estas tres condiciones no se da puede haber consecuencias graves para el desarrollo físico, emocional y mental del niño . Este lastre es como una mochila con la que han de cargar durante el resto de sus vidas, y cuanto más seria es la situación, más pesada se hace». De los 2.200 millones de niños que hay en el mundo , esos 220 millones carecerían de, al menos, una de estas tres condiciones.

Además, según un comunicado de la ONG , que actúa en 134 países con su red de «hogares», la extrema pobreza, la orfandad, el mal estado de salud de los padres, la violencia, la discriminación, la exclusión, los conflictos armados o los desastres naturales son algunos de los principales factores que pueden incrementar el riesgo de que un niño esté solo. Añade Puig, a tenor de estas múltiples situaciones: «Cuando los padres se enfrentan a realidades tan complicadas puede resultarles muy difícil ofrecer a sus hijos lo que necesitan para crecer. Por eso es tan importante apoyarlas en esos momentos, fortaleciendo sus capacidades parentales y ayudándolas a superar la difícil situación en la que se encuentran».

Por último y con motivo del día que se conmemora hoy, Aldeas Infantiles SOS también tiene peticiones urgentes a varios actores de la sociedad: de un lado, a os gobiernos, les insta a priorizar en la agenda político a los niños, máxime a aquellos que han perdido el cuidado parental o están en peligro de perderlo; también tiene un «recado» para las empresas, de manera que consigan que a través de sus programas de RSC inviertan en construir una sociedad en la que ningún niño sea dejado atrás. Y a los padres les invita a escuchar a los niños y conocer los derechos de la infancia, para que ninguno de los niños del mundo crezca sin el paraguas protector que requieren. Aunque parezca mentira, todavía existen muchos pequeños del mundo que lo necesitan.