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Los bomberos se deshacen por Julen: «No me esperes esta noche»

La búsqueda del pequeño pasa factura en la estética y el ánimo de los especialistas del operativo de rescate en el pozo de Totalán (Málaga)

Última hora del rescate de Julen, el niño atrapado en un pozo de Totalán (Málaga)

Vídeo: así es el túnel en el que está atrapado Julen

Vídeo: Las tareas de rescate no cesan junto al pozo FRANCIS SILVA

J. J. MADUEÑO

En mitad de la Sierra de Totalán, bajo el frío que soplan las estrellas entre los almendros en flor y con el polvo manchando los uniformes desgastados por las horas de rescate soportando el ruido de las pesadas maquinarias que tratan de abrir grutas, rutas y pozos para llegar al pequeño cuerpo de Julen, sepultado a 80 metros bajo tierra, llega la desoladora llamada de la familia. El móvil es el aviso de que otro día se acaba. L os hijos se van a dormir y la esposa se acuesta sobre un lado de la cama fría por la ausencia. Aquel bombero, guardia civil, psicólogo o voluntario, contesta con desazonada ilusión y cierra los pocos minutos de conversación diciendo: «No me esperes esta noche que no voy».

Es una lucha descarnada contra las horas , sin desfallecer e intentando lo imposible. Un trabajo de relojero a contrarreloj. Insuflando esperanza, acogiéndose a una roca que pueda dejar una rendija de aire o a un soplo de aire subterráneo. Buscando un milagro o una ayuda de más allá. Todo esfuerzo es poco . Se busca «un ángel», otra opinión, cálculos, directrices y unos padres sentados junta a un pozo de 25 centímetros de ancho por 110 metros de profundidad con los que se contrajo la promesa de que todo esfuerzo posible sería realizado.

Más de cien personas desplegadas y una docena de empresas especializadas para horadar la montaña y dejar intacto el ánimo. Será lo que tenga que ser. El final está escrito en el corazón de la montaña, pero ante ese escriba implacable llamado destino solo la acción de los equipos de rescate puede sacar un borrón. Por eso, desde el domingo, cuando llegaron aquellas bolsas con bocadillos en una furgoneta de bomberos, hechos por una empresa local, ni el sueño, el hambre o el cansancio para los ánimos de aquello que se prometieron que Julen saldría del pozo, aunque para ellos tuviera que inventar la fórmula en un rescate que, hasta ahora, no tenía precedentes.

[Así te estamos contando todo el caso del niño Julen Roselló , en ABC.es]

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