Un joven estadounidense muere tras ser obligado por sus padres a beber alcohol

Kendal Ball, un adolescente de 16 años, fue encontrado muerto el pasado 7 de julio con un altísimo nivel de alcohol en sangre después de haber pasado la noche bebiendo con su padrastro, el cual fue arrestado, junto a la madre del joven. Según recoge la revista «People», al parecer, los progenitores de Kendal pretendían aleccionar a su hijo sobre el peligro que supone el consumo de alcohol, y acabaron perdiendo el control de la situación. Ahora ambos están acusados de homicidio.

Según los documentos judiciales obtenidos, el deseo de los padres por darle una «lección» surgió después de que el joven manifestase su intención de empezar a beber. Su padre, Joseph, se defendió ante las autoridades asegurando que solo trató de «seguir algunas recomendaciones» para que Kendal aprendiese sobre los efectos perjudiciales del alcohol. Su madre, Paulette, le explicó a la policía que el padre biológico de Kendal era alcohólico y que temía que su hijo se hiciese adicto como él.

Se desconoce la cantidad de alcohol que ingirió el adolescente, pero su madre asegura que «unos tragos de Jack Daniel» y algo de cerveza. Kendal se acostó en la cama en torno a las 22.30 y, según Paulette, a las 23.00, cuando fue a verle, hizo un gesto con el dedo indicando que estaba bien. No fue hasta bien entrada la madrugada cuando el padrastro del joven, al ver que no contestaba, llamó al 911 y se confirmó el fatal desenlace . «Había varios rastros de vómito en el suelo», recogía la declaración jurada, «los labios y párpados de Kendal estaban azules» y su cuerpo frío al tacto.

La autopsia determinó que la causa de la muerte fue probablemente una «complicación ocasionada por el exceso de alcohol».