El Papa pide que se respete el alto al fuego en Ucrania

Además, ha deseado que se responda a la emergencia humanitaria ocasionada por una guerra que, desde abril de 2014, se ha cobrado la vida de casi 7.000 personas y ha provocado casi un millón y medio de desplazados internos. En las últimas semanas se ha avivado la tensión en el este de Ucrania con escaramuzas constantes entre los separatistas prorrusos y el ejército de Kiev.

En unas horas el presidente ucraniano, Petró Poroshenko , se reunirá con el presidente francés, François Hollande , y la canciller alemana, Ángela Merkel, en Berlín en un intento por frenar la «agresión» rusa. Desde el comienzo de la contienda el Pontífice ha tenido en su pensamiento el conflicto al que ha aludido con frecuencia, tanto durante el rezo del Ángelus, como en otros muchos discursos públicos.

El Papa sigue muy de cerca la situación en Ucrania y ha pedido con insistencia el fin de las hostilidades y una solución pacífica duradera . Hace un par de meses se lo pidió al propio Vladimir Putin , cuando departió con él en el Vaticano durante 50 minutos. En aquella ocasión le pidió respeto por el Acuerdo de Minsk y que se comprometiera con «un esfuerzo grande y sincero» por la paz.

En el apartado más catequético del Ángelus, el Pontífice ha explicado que, en ocasiones, Jesús habla de forma dura, no se le comprende y puede llegar a «provocar una crisis». «Las palabras de Jesús siempre provocan una crisis. Por ejemplo, frente al espíritu del mundo o la mundanidad», ha añadido Francisco. La explicación: Lo que dice Cristo «solo se puede entender a través del Espíritu Santo. Es Él el que nos permite entender a Jesús» . Es la falta de fe la que provoca esta incomprensión de las palabras de Cristo, ha sentenciado el Papa.

«La fidelidad a Dios es cuestión de fidelidad a una persona. Esta persona es Jesús», -ha continuado el Santo Padre-, porque «todo lo que hay en el mundo no sacia nuestra hambre de infinito». «Creer en Jesús significa hacer de Él el centro de nuestra vida, no es un elemento accesorio», pero estar con Cristo no significa estar «encadenado» sino ser «profundamente libre». Después de esta explicación, el Papa ha propuesto a los peregrinos que se pregunten en su corazón, en silencio, quién es Jesús para cada uno de ellos. Su pregunta ha logrado que durante unos dos minutos la plaza de San Pedro haya enmudecido en actitud orante.