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Benidorm, una ciudad en reinvención constante desde 1951

La ciudad pasa de 69.000 habitantes a 400.000 durante el verano sin que sus servicios ni funcionamiento se resientan

Benidorm, una ciudad en reinvención constante desde 1951 juan carlos soler

iván j.muñoz

Tiene 69.000 habitantes censados, pero hay momentos del verano en los que acoge a 400.000 personas diarias. Benidorm , capital turística de la Costa Blanca y posiblemente de todo el Mediterráneo, ha demostrado durante décadas ser un destino imbatible para el solazamiento vacacional tanto en la campaña estival como cuando la mayoría de competidores cierran la persiana en temporada baja. Por encima de crisis económicas y modas, la ciudad alicantina acapara portadas y noticiarios con sus playas abarrotadas, terrazas llenas y paseos que son rios humanos. Una posición geográfica envidiada y un clima privilegiado ayudan, pero nada es producto del azar en un destino que año tras año ejerce de polo de atracción masivo tanto para el turista como el residente temporal . Sea español, inglés, nórdico, ruso, alemán o incluso de otros continentes.

Entre las claves se encuentra una oferta para todos los públicos y bolsillos complementada con una carta de ocio y entretenimiento difícil de igualar. «Puede venir todo el mundo, desde el que quiere gastar poco a 500 euros por día . Hay otros destinos de playa y hoteles, pero aquí hay muchos planes complementarios que satisfacen a todas las franjas de edad», explica Agustín Almodóbar, senador y perteneciente a una familia benidormí de larga tradición hotelera.

Precisamente es este, el de los alojamientos, otro de los pilares sobre los que se sustenta el éxito de la ciudad. Sus establecimientos no solo son de los más modernos de Europa, sino de todo el mundo. En los últimos años, se han destinado 600 millones de euros a una reconversión que a finales de 2015 habrá alcanzado el 95% de la planta. «El resultado es que tenemos hoteles totalmente nuevos y adaptados a los nuevos tiempos cuando otros mercados competidores tienen el 65% obsoleto», explica Toni Mayor, presidente de la Asociación Hotelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec). El sector ha aprovechado los años de crisis para afrontar el repunte económico con una elevación media de dos a cuatro estrellas. Actualmente, casi medio centenar de los 135 ubicados en la ciudad están encuadrados en esta categoría. Con un precio medio de 55 euros por noche.

Dos Central Park

Pero si hay algo que distingue a Benidorm por encima de cualquier ciudad es su descomunal capacidad de carga . Ver incrementada su población durante tres meses en un 500 por cien sin que el funcionamiento se resienta. José Luis Camarasa, arquitecto municipal desde hace nueve legislaturas, recurre al término de la «esponjabilidad». Según algunos estudios, se trata de l a urbe con más rascacielos por metro cuadrado del mundo, sólo por detrás de Nueva York . Un modelo vertical, pero en el que prima la sostenibilidad. «Tenemos altura libre, pero con poca densidad. Intensivo en cuanto a concentración de gente, pero extensivo al mismo tiempo en edificabilidad» explica el experimentado técnico.

Es la segunda urbe con más rascacielos por metro cuadrado del planeta

Así, el plano exhibe una fusión del urbanismo europeo basado en el Plan Cerdá barcelonés con el imperante en norteamérica. Anchas avenidas trazadas en damero capaces de absorber el tráfico y una densidad de 75/100 viviendas/hectárea, cuando en otros municipios españoles es de 200 ó 300. Eso permite que haya mucha distancia entre edificios, que no se proyecten sombras entre ellos y que puedan tener amplias áreas de servicios recreacionales alrededor, como piscinas o pistas deportivas. Sin olvidar sus playas. «Levante y Poniente son dos grandes Central Park . Un día de verano acogen a más gente que el área verde de Manhattan», apunta Toni Mayor.

Además, menciona el importante catálogo de parques temáticos, acuáticos y de ocio, algo que ayuda a dispersar y combinar afluencia con comodidad. Como también l o hacen sus 15.000 plazas de camping , que complementan la ya mencionada oferta hotelera y la de apartamentos reglados. Junto a los que no lo son, mimetizados con las viviendas para segunda residencia ubicadas en torres que comparten suelo con algunas de las más altas del mundo. Así, el hotel Bali es con sus 186 metros el más alto de Europa. Y la torre In Tempo, a punto de finalizarse, será la segunda torre residencial más alta de la UE. Sin embargo, otro ejemplo puesto por Camarasa muestran la perfecta combinación entre altura y densidad de la ciudad: si se tumbaran todos los edificios, la altura media del municipio sería de una planta.

Construcciones que, de la misma forma que no lo hacen entre ellas, nunca llegan a proyectar la sombra sobre sus dos playas debido a su orientación sur. Este sí, un privilegio geográfico como la vecina Sierra Helada, que desvía los vientos y proporciona «seguro de sol» para que Benidorm sea visitable verano e invierno.

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