Hazte premium Hazte premium

Cuando el problema es que los niños no quieren aprender sino solo aprobar

Los expertos critican un sistema educativo en el que se reproduce el esquema laboral, con el niño acudiendo al centro a cumplir con sus «ocho horas»

Cuando el problema es que los niños no quieren aprender sino solo aprobar efe

henar díaz

«No creo que toda la culpa del f racaso escolar esté únicamente en el sistema educativo o en los centros. Tendría que haber un mayor vínculo entre los docentes y las familias», señala la psicóloga y psicopedagogaOlga Trillo, crítica con un sistema que emula a una jornada de trabajo, donde el niño acude al centro para hacer «sus ocho horas», en este caso de estudio. «Lo que ocurre es que en el colegio no se aprende».

Simplemente, se estudia y lo que importan son las notas», añade Itziar Sainz-Pardo, psicóloga infantil y de familia, que junto a Olga Trillo es responsable de Lüar , un espacio dedicado al aprendizaje y desarrollo de los más pequeños en Valladolid: «Estamos viendo casos que te llevas las manos a la cabeza: niños pequeños con medicación, padres saturados, un incremento de la tasa de bajas de profesores por depresión, ansiedad..». ¿La culpa? «Yo no señalaría sólo al profesor o al padre al hablar de fracaso escolar. Es la sociedad en general».

Menos presión sobre los pequeños

Desde Lüar trabajan fundamentalmente con los progenitores «para que se quiten esa baldosa de que sus hijos deben aprobar o no son válidos». «Es más fácil que el niño sienta ganas de seguir estudiando cuando la familia entiende que no es tan importante una nota como que el niño se responsabilice por sí mismo de sus tareas», detalla Itziar, quien considera que ahora se está creando a nivel emocional «unas exigencias y expectativas tan altas que les crea desmotivación» y recuerda que hoy, un niño de Primaria puede tener al mes «hasta cinco o seis exámenes»: «Yo he atendido a niños y niñas de siete años que vienen con ansiedad y se me caen las lágrimas», insiste Itziar, en contra también de la cantidad de deberes que tienen los más pequeños que, a su juicio, llega a ser, además, «bastante frustrante para los padres, porque le resta tiempo de estar con sus hijos». Y Olga añade: «Hay que ‘despatologizar’ un poco esa imagen que hay ahora que en cuanto un niño suspende matemáticas, hay que llevarle a un psicólogo».

Ambas expertas tienen claro qué es lo primero que cambiarían del sistema educativo. «Se deberían buscar métodos para que los niños se motiven y no sólo para aprobar. Hoy no quieren aprender, quieren aprobar. Y esa es la raíz del problema», sostiene Itziar. Y Olga puntualiza: «Yo intentaría que los contenidos fuesen mucho más prácticos. Utilizar el formato papel, pupitre, libro y diapositiva me parece que está ya atrasado con los recursos que hay hoy. Además, el cerebro, por cuantas más vías reciba una información, mejor la asimilará».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación