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Después de 30 años luchando contra una parálisis cerebral, se cura con una pastilla

Una estadounidense había sido mal diagnosticada pero tras curarse no siente ningún resentimiento

Después de 30 años luchando contra una parálisis cerebral, se cura con una pastilla Jean Abbott

ABC

El diagnóstico de una parálisis cerebral ha tenido a una mujer 30 años entre operaciones, de la cama a la silla de ruedas. Hasta que su vida cambió de la noche al día. Pero, después de esos 30 años creyendo que padecía parálisis cerebral, el diagnóstico se tornó erróneo y con tan sólo una pastilla pudo curarse de la enfermedad que realmente padecía.

A pesar de todo el sufrimiento, Jean Sharon Abbott, 38, asegura que no guarda ningún rencor hacia el doctor que le llenó la vida de sufrimiento al decirle, cuando tenía cuatro años, que padecía una diplegia espástica, una forma de parálisis cerebral. Después de tres décadas sufriendo espamos musculares, debilidad y una inmovilidad casi total así como de someterse a dolorosas operaciones, a los 33 años le dijeron que lo que realmente le pasaba es que tenía una distonia dopa-sensible autosómica recesiva, una enfermedad rara, pero con tratamiento, de los músculos.

Aunque hubo muchos momentos en los que Abbott reconoce haber deseado no tener que pasar por todo lo que había sufrido así como tener que depender de los otros todo el tiempo, esta estadounidense reconocía al «Daily Mail» que había tenido una infancia fantástica. Cuando fue diagnosticada la primera vez, la neuróloga que la trató, considerada una de las mejores en su campo, lo vio tan claro que nadie se planteó buscar una segunda opinión y dedicó su vida a aprender a vivir con su enfermedad.

Cuando estaba a punto de cumplir 30 años y ya tenía tres hijos, tuvo que acudir al médico por una sobredosis accidental de medicamentos y su vida cambiaría para siempre cuando este doctor cuestionó el diagnóstico original y envió a Abbott a otro neurólogo que descubrió lo que realmente le sucedía y le recetó la dosis correcta para su tratamiento. Dos días después conseguía ponerse de pie por sí misma. Y su vida cambió para siempre.

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