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Uno de cada 30 niños no tiene un techo bajo el que dormir en EE.UU.

«La falta de vivienda entre los niños ha alcanzado proporciones epidémicas», aseguran los expertos

Uno de cada 30 niños no tiene un techo bajo el que dormir en EE.UU. FOTOLIA

EFE

Las cifras son alarmantes. Uno de cada 30 niños en Estados Unidos no tiene hogar. El dato es fiel reflejo del incremento de la tasa de pobreza en el país al que se suma el precio de la vivienda y el impacto de la violencia doméstica en las familias estadounidenses.

Según el informe «Los marginados más jóvenes de Estados Unidos», publicado hoy por el Centro Nacional de Familias Desamparadas, cerca de 2,5 millones de niños estadounidenses no tuvieron un techo bajo el que dormir en algún momento del año 2013. La cifra se basa en el último recuento del Departamento de Educación, que calculó que 1,3 millones de menores que eran alumnos de escuelas públicas no tenían casa, y en sus estimaciones sobre el número de niños sin hogar en edad preescolar.

«La falta de vivienda entre los niños ha alcanzado proporciones epidémicas. Hay niños sin casa esta noche en cada ciudad, condado y estado, en cada rincón del país», aseguró Carmela DeCandia, coautora del estudio y directora del centro encargado de su elaboración. Mientras que DeCandia reconoció que el Gobierno federal ha logrado avances en la reducción de la falta de techo para veteranos de guerra y adultos, insistió en que entre los niños la ausencia de un hogar se ha incrementado en un 8% entre 2012 y 2013.

«Necesitamos acciones decisivas»

«No se ha dirigido el mismo nivel de atención y recursos a ayudar a las familias y a los niños. Como sociedad, vamos a pagar un alto precio en términos humanos y económicos», agregó la directora. El informe explica que esta situación afecta a la salud de los menores de manera drástica pues más del 25% de los niños en edad preescolar que no tienen casa sufren problemas mentales y requieren atención médica, porcentaje que se incrementa al 40% en el caso de los menores en edad escolar.

Muchos de los pequeños, advierte el documento, luchan por ir a la escuela, pierden muchas de las clases, repiten curso y finalmente abandonan también los estudios. «Vivir en refugios, sótanos de vecinos, coches, campings, y sitios peores hace que los niños sin hogar sean las personas más invisibles y olvidadas en nuestra sociedad», afirmó Decandia, para quien, «sin una acción decisiva ahora, el objetivo de poner fin a la falta de vivienda en la infancia para 2020 estará pronto fuera de nuestro alcance».

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