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Fallece un británico sospechoso de estar contagiado con ébola en Macedonia

Alemania y Noruega han repatriado hoy a sendos cooperantes que se han contagiado de esta enfermedad en África. En los aeropuertos estadounidenses se está tomando la temperatura a todas las personas procedentes de los países afectados.

COLPISA / AGENCIAS

El ébola ha traspasado las fronteras de África Occidental y ahora es una amenaza directa para el resto de países. Un ciudadano británico falleció ayer en Macedonia tras ingresar en un hospital de Skopje con síntomas del ébola, informaron las autoridades sanitarias. El hombre falleció sobre las 13.00 GMT, tan solo una hora después de ingresar en el hospital, a donde fue trasladado desde el hotel en el que se encontraba con fiebre, vómitos y hemorragias internas.

Las autoridades sanitarias informaron en una conferencia de prensa de que por ahora no hay confirmación oficial de que el paciente hubiera contraído el virus del ébola, pues se han enviado muestras a Alemania para su análisis. "El paciente tenía una hemorragia interna en el estómago, lo que llevó a su amigo a llamar una ambulancia. Antes de fallecer, su temperatura era de 37,4 grados centígrados, no tan alta como en los casos de ébola, pero su mal estado generalizado, los vómitos, la hemorragia interna, así como su rápida muerte hacen sospechar del virus de ébola", dijo Jovanka Kostovska, representante del Ministerio de Sanidad en Skopje.

El ciudadano británico llegó a la Antigua República Yugoslava de Macedonia , nombre oficial de este país balcánico, el pasado 2 de octubre procedente del Reino Unido. Por ahora las informaciones apuntan a que el paciente no había estado previamente en ningún país africano, lo que significaría que se habría contagiado en Europa. El hotel en el que se hospedaba, el "Super 8", ha sido clausurado, los clientes han sido aislados y la policía ha acordonado la zona.

Aunque en un primer momento único caso confirmado de fuera de este continente es el de la auxiliar de enfermería española, Teresa Romero, que se encuentra ingresada en el Hospital Carlos III, las medidas fuera de nuestras fronteras también están aumentando ante esta epidemia y ya en la mayor parte de los sitios están reforzando su seguridad.

Australia

Los análisis han descartado la presencia del virus del ébola en la enfermera ingresada en Australia con supuestos síntomas de esta enfermedad después de que trabajara en Sierra Leona, informaron fuentes oficiales.

Sue Ellen Kovack, de 57 años, que regresó el fin de semana a Australia tras trabajar un mes con la Cruz Roja Internacional en el país africano, permanecerá bajo observación en el hospital donde el miércoles fue sometida a un exhaustivo análisis al mostrar signos de fiebre.

"Se trata de una medida preventiva dado que la paciente ha estado en África occidental y ha tenido fiebre dentro del período de incubación de 21 días", dijo la jefa de la Oficina de Salud del estado australiano de Queensland, Jeannette Young. "Por su bien y siguiendo los procedimientos, queremos asegurarnos de que no tiene el virus del ébola u otra enfermedad", añadió.

Turquía

Las alarmas han saltado también en Estambul, donde un hombre de nacionalidad turca que trabaja en Nigeria ha sido hospitalizado tras mostrar signos de fiebre alta y diarrea. El paciente, de 46 años pero cuya identidad no ha sido desvelada, regresó al país euroasiático hace diez días para visitar a su familia, residente en la provincia de Sakarya (oeste), según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.

Fuentes médicas han indicado que fue derivado a un hospital privado hace cuatro días, pero que, pese al tratamiento prescrito, su fiebre no ha remitido, por lo que los médicos han informado al Ministerio de Sanidad de que podría sufrir ébola.

El incidente es el segundo caso sospechoso de ébola en Turquía después de que una mujer nigeriana fuera hospitalizada a mediados de agosto cuando se encontraba en el aeropuerto de Estambul haciendo escala de camino a Barcelona. Posteriormente se confirmó que sufría malaria.

Estados Unidos

El país más poderoso del mundo está tomando todas las precauciones posibles para combatir esta epidemia y evitar que se propague por su territorio después de que ayer falleciera Eric Duncan, un liberiano que llegó a Dallas el 20 de septiembre para casarse con la madre de su hijo, a la que conoció dos décadas atrás en un campo de refugiados de Costa de Marfil, y que resultó estar contagiado de ébola.

En ese mismo hospital en el que murió Duncan han ingresado a un policía de Dallas que tuvo contacto indirecto con él liberiano y que presenta "algunos" síntomas que podrían estar vinculados a la enfermedad, como dolores de estómago y náuseas. Se trata de un funcionario de Michael Monning, que estuvo en el apartamento en el que vivía Duncan días después de que éste ingresase en el hospital y tuvo contacto con la familia.

El caso sospechoso, Michael Monning, no figuraba entre las 48 personas vigiladas por las autoridades sanitarias por haber mantenido contacto con el liberiano Thomas Eric Duncan, contagiado en su país pero que desarrolló la enfermedad en Estados Unidos. El paciente no forma parte del grupo de 48 personas que están siendo vigiladas por las autoridades sanitarias por haber tenido contacto directo con Duncan. Las pruebas médicas para determinar si el paciente padece o no ébola pueden prolongarse dos días.

Mientras tanto, Estados Unidos ha reforzado su seguridad y toma la temperatura a todas las personas que lleguen a sus aeropuertos procedentes del continente africano.

Alemania

El Gobierno de Merkel ya ha repatriado a tres personas afectadas por el ébola. La última es el responsable médico de la Misión de la ONU en Liberia, que ha llegado este jueves a la ciudad de Leipzig para recibir tratamiento en una clínica local con instalaciones especializadas, según han informado las autoridades. El facultativo, que no ha sido identificado, es el segundo miembro de la Misión de la ONU en Liberia que contrae el virus. El primero falleció el pasado 25 de septiembre.

"El hombre será tratado en un ala de aislamiento (...) con estrictas medidas de seguridad", ha explicado el doctor Iris Minde, director de la clínica St Georg de Leipzig en un comunicado. "No hay peligro de infección para otros pacientes, familiares, visitantes o la población", ha asegurado. El hospital ha subrayado que sus médicos y enfermeros están plenamente preparados y han recibido entrenamiento sobre cómo trabajar en una sala de aislamiento con pacientes altamente infecciosos.

El mes pasado también fue repatriado un empleado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de Sierra Leona, que este fin de semana recibió el alta tras ser tratado con éxito en una clínica en Hamburgo. Otro paciente está siendo tratado en Frankfurt.

Noruega

Noruega también ha optado por repatriar a una cooperante enferma de ébola. La polémica ha surgido después de que el avión que la trasladara hiciera escala en la madrugada de este martes en el aeropuerto de Gran Canaria para repostar. El aparato, que hacía la ruta Sierra Leona-Noruega, ha repostado en el aeropuerto de Gran Canaria, sin que ninguno de sus cinco tripulantes se bajara del mismo, según han confirmado fuentes de la Delegación del Gobierno, que ha puntualizado que la operación se ha realizado siguiendo todos los protocolos de seguridad.

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