Un euro al mes por 170 metros cuadrados y otros alquileres insólitos
Los propietarios de una exitosa cafetería cerrada hace nueve años quieren verla revivir a cualquier precio, concretamente, un euro
Dos pisos, 170 metros cuadrados, edificio protegido y con la característica fisonomía del centro histórico de la ciudad: Piedra, madera, cristal. Para ponerse en situación, su ubicación es la equivalente a una adyacente a Preciados en Madrid, o a La Rambla en Barcelona. El caso no se da en una u otra capital, sino en Ferrol, pero el precio de alquiler de tan preciada esquina sigue siendo insólito: un euro al mes.
Es probablemente la mejor relación calidad precio de España y tiene una explicación sencilla: mantener vivo el edificio. El simbólico alquiler de la que fuera durante décadas una exitosa cafetería de la ciudad coruñesa tiene dos condiciones. La primera y más importante que lo que allí se haga tenga sentido y guste a los propietarios del local, la segunda, una obra menor de refuerzo de las vigas de castaño que sostienen el piso superior, una inversión que no alcanzaría los 3.000 euros.
A partir del segundo año, el alquiler dejaría de ser simbólico, pero sería significativamente más bajo que su valor real en el mercado inmobiliario actual.
Se trata del Café Cervantes, un negocio que en 1930 puso en pie Juan Tizón, convirtiendo el estanco existente en un sustento familiar para tres generaciones hasta diciembre de 2005. Por eso, dado que la nueva generación optó por otras carreras lejos del tirador de cerveza, el empeño de la familia en darle una segunda vida, por un euro al mes.
La vivienda más barata de Madrid está en Carabanchel: 290 euros/mes por 65 metros
Por ponerlo en perspectiva, el siguiente local más barato de toda la provincia se encuentra en un polígono industrial en Culleredo, mide 15 metros cuadrados y cuesta 100 euros al mes. Apenas un trastero. En la ciudad, los 65 metros cuadrados de un bajo situado en la frontera con el siguiente municipio, cuestan 200 euros.
Si la crisis -u otras circunstancias, dado el carácter casi sentimental de la oferta que encabeza este artículo- trajo soluciones imaginativas en el textil, la hostelería y otros sectores, el inmobiliario, uno de los sectores más tocados, no fue menos .
Primero proliferaron las páginas de intercambio de inmuebles. «Yo no puedo vender mi casa, pero necesito otra, tú no puedes vender la tuya y necesitas la mía», negocio que pretendía paliar la dolorosa devaluación de los inmuebles con pactos privados entre particulares. Pero también hubo alquileres que se estancaron, y de ahí, algunas de las ofertas más sorprendentes del mercado.
Una casa de 17 habitaciones
Entre estas páginas está una oferta absolutamente sorprendente, no ya tanto por el precio, que no existe -ya que es un simple intercambio de propiedades- como por las características de la vivienda ofertada: una casa de 17 habitaciones en pleno centro de Madrid y funcionando en la actualidad como alquileres individuales a estudiantes .
A medio camino entre negocio y vivienda está también una casa rural en en Horcajo de la Ribera, en Ávila. Por 200 euros al mes se hace uno cargo de una pequeña casa de alojamiento con vivienda al margen.
El piso en alquiler más barato de Madrid tiene 30 m², 1 dormitorio y está en Carabanchel: 290 euros al mes. Por algo más de la mitad, se encuentran 5 dormitorios en la que pasa por ser la capital de provincia española con los alquileres más baratos: Jaén, 160 euros en la Avenida de Andalucía.
En Marbella aparece el siguiente «chollo»: Se cede vivienda de 40 metros cuadrados en jardín frente al mar. Es la coletilla a un trabajo no demasiado bien remunerado, el cuidado de una persona mayor, la jardinería, la cocina, para parejas interesadas, por 300 euros al mes. Eso sí, la casita adjunta, antes probablemente guadarnés, va en el sueldo.
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