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Fuga de médicos hacia Aragón por los recortes de la sanidad catalana

«No he tenido otra opción. Es inhumano trabajar así», confiesa uno de los facultativos

Fuga de médicos hacia Aragón por los recortes de la sanidad catalana abc

esther armora

Más presión asistencial, menos sueldo y peores condiciones laborales. Agotados por trabajar «al límite» durante más de tres intensos años, los mismos en los que la Generalitat ha castigado a la sanidad pública catalana con sus drásticos recortes, algunos de los médicos del Hospital Arnau de Vilanova de Lérida se han visto obligados a abandonar el centro e irse a ejercer a hospitales de la vecina comunidad de Aragón.

Los facultativos que han dejado el Arnau son 15, según denuncian el sindicato Medicos de Cataluña (MC) y Ciudadanos (C’s), cifra que también confirman los propios afectados. La consejería de Salud, consultada por ABC, se limita a apuntar que ha sido una marcha voluntaria, porque el Gobierno aragonés «abrió una convocatoria y decidieron apuntarse». Varios afectados, con los que ha contactado este diario desmienten esta versión. «Es cierto que algunos tenemos raíces en Aragón porque muchos de los médicos del Arnau, por cuestiones de proximidad somos aragoneses, aunque ninguno de nosotros se ha ido por gusto. De ser así, nos hubiéramos marchado en otras convocatorias», matizan.

«Me han empujado a irme»

«Solo hay que ver el tiempo que llevábamos ejerciendo aquí», señala M. S., uno de los facultativos que ha tenido que irse a ejercer a Zaragoza después de 20 años de experiencia en el Arnau. «¿Usted cree que en 20 años no me hubiera ido antes? Si me he ido, al margen de que sea aragonés, es porque me han empujado las malas condiciones laborales». Como él, la mayoría de los facultativos afectados, señala la «precariedad laboral» como lo que «más ha pesado» a la hora de decidir la marcha. Todos llevan años ejerciendo en el hospital ilerdense y se decidieron a venir a Cataluña, según afirman, porque en su día era la comunidad que mejores perspectivas les ofrecía para desarrollar su carrera profesional.

El pediatra Mariano Plana Fernández es uno de los que ha marchado a Aragón. El pasado 31 de marzo, después de once años de dedicación absoluta al centro de la capital del Segrià, se despedía con suma tristeza de sus compañeros de hospital, con los que siempre ha mantenido una excelente relación. «Me voy porque no me han dado otra opción. Es inhumano trabajar así», denuncia en declaraciones a ABC. Su historia reproduce, según afirma, lo que les ha pasado al resto de colegas que han marchado a la comunidad colidante. «Llegué al Arnau en 2003 con muchas ganas de desarrollarme profesionalmente en este centro y es lo que he hecho hasta que me han forzado a marcharme». Desde el pasado 1 de abril este especialista que reside en Binefar trabaja con mejor sueldo y mejores condiciones laborales en el Hospital de Barbastro.

«He mejorado económicamente y mi salud mental y familiar también es mejor, aunque no nos engañemos ha sido un sacrificio profesional porque he saltado de un hospital de un nivel alto a uno comarcal», reconoce.

«No sé a quien pretende engañar la Generalitat afirmando que nos hemos ido por gusto. La inmensa mayoría hemos marchado porque no aguantábamos más», denuncia Mariano. Asegura que de los 15 facultativos que se han ido, «solo tres lo han hecho porque querían volver a su tierra». El resto se han ido, según afirma, «por la situación límite que se vive en este hospital». En su caso han sido muchos los condicionantes laborales que le han empujado a decidirse. «Llevo años reclamando un complemento profesional y otras mejoras laborales que nunca han llegado. En paralelo, la presión asistencial ha ido a más y las condiciones laborales a peor », explica el facultativo.

Profesionales quemados

Señala también como dato significativo del malestar profesional que se respira en el hospital la situación de algunos compañeros suyos que se han ido porque ya no resistían la presión y lo han hecho pese a que su mujer, también médico del centro, no ha logrado el traslado y sigue trabajando allí. «Imagina si están quemados que han optado por una salida que implica una separación familiar», comenta a este diario.

No es su caso, aunque algunos compañeros suyos aseguran que entre las razones que les han influido a la hora de irse es que han percibido cierta «hostilidad hacia los no catalanes a raíz del clima de crispación política». «Es una percepción que nunca había tenido y ahora tengo», apunta M. S., uno de los médicos que se ha prestado a ofrecer su versión. Lo que sí ha oído Mariano muchas veces por los pasillos de su hospital es, según relata, que «la identidad está por encima de la sanidad». «Sí, lo he escuchado en más de una ocasión por parte de profesionales sanitarios, aunque mentiría si dijera que me he sentido discriminado en algún momento», explica el pediatra.

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