Cambiar de residencia para tener hospital

Los desencuentros políticos entre las autoridades sanitarias catalanas y aragonesas llevan años impactando en los pacientes de esta última comunidad. Primero, Cataluña se negó a extender recetas a los turistas aragoneses que se desplazaban en verano a la Costa Dorada (Tarragona), problema que se solucionó con un pacto de buena colaboración entre las dos consejerías de Salud. Después, llegaron las denuncias de ciudadanos del Aragón oriental que aseguraban que los facultativos del Arnau de Vilanova (Lérida) les denegaban la asistencia.

La Generalitat asegura que el problema «ya está zanjado» porque recibe la compensación por esta asistencia. Sin embargo, desde algunas poblaciones aragonesas próximas a Lérida apuntan lo contrario. Lo que sí es cierto es que ante la incertidumbre creada tras esta situación, muchos vecinos de estos municipios aragoneses han optado por empadronarse en Lérida y garantizar la asistencia.

El alcalde de Puente de Montañana, localidad de 130 vecinos, Javier Bergua, asegura a ABC que al menos son ya una docena los vecinos de la localidad que han se han empadronado en Lérida. «Es una pena porque siendo tan pocos se nota mucho», asegura el acalde, quien avanza que lo que le preocupa es que «esa tendencia se mantendrá porque la gente tiene la percepción que solo se les garantizará así la asistencia». La misma situación se vive en otras poblaciones como Sopeira, Bonansa, Mequinenza o Benavarre. El alcalde de esta última localidad, Alfredo Sancho comparte también la preocupación de Bergua.

Desde el Arnau de Vilanova son conscientes también de esta situación. Uno de los especialistas del hospital de Lérida, que ha pedido mantener el anonimato, asegura conocer a varias familias que lo han hecho. «A veces, cuando se trata de garantizar la asistencia a un menor, se empadrona al menor y a un adulto (la madre o el padre) porque sino no es legal».