El español afectado por ébola será ingresado en el Hospital Carlos III, gestionado por La Paz de Madrid

El mayor riesgo es mantener las medidas de aislamiento y protección para impedir que el virus, muy contagioso, pueda transmitirse en territorio español

El hermano Pajares será trasladado en un avión militar medicalizado del Ministerio de Defensa. Este departamento ya ha dado orden de que se prepare el avión y esté listo para partir en cuanto esté el equipo médico preparado.

Hasta ahora solo Estados Unidos ha repatriado a sus ciudadanos infectados. El domingo el Gobierno norteamericano trasladó a un médico de una organización humanitaria católica y ayer llegó a territorio norteamericano una misionera de la misma organización. Ambios se contagiaron proporcionando ayuda en Monrovia, igual que el religioso español. Tras Estados Unidos, solo España ha decidido evacuar a sus ciudadanos infectados.

Cuando el religioso español llegue a España no recibirá un tratamiento específico contra el virus hemorrágico porque no existe. Pero los cuidados en un hospital con mejores medios pueden ser claves para ayudar al organismo a vencer el virus y tratar las complicaciones. El tratamiento palía solo los síntomas con antitérmicos para bajar la fiebre, antibióticos para evitar otras infecciones oportunistas o suero para combatir la deshidratación.

El objetivo es realizar un tratamiento intensivo de soporte y mantener el balance de fluidos y electrolitos, así como la presión arterial. Si su estado de salud empeora y empiezan a fallar órganos es cuando la tecnología de un gran hospital puede ayudar a los enfermos.

Si fallan los riñones se puede recurrir a la hemodiálisis, por ejemplo, o si necesita respiración asistida pueden utilizarse sistemas de ventilación. Todas estos dispositivos que pueden dar tiempo al organismo a vencer el virus están disponibles en centros avanzados y no en los hospitales de Liberia. Con este tratamiento se intentaría que el paciente pueda superar la enfermedad, aunque las estadísticas jugarían en su contra, ya que el virus tiene una mortalidad de entre el 50 y el 90%.