
La Semana Santa no emociona solo en España
Italia, Filipinas y Latinoamérica también recuerdan con intensidad la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret
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La Hermandad del Santísimo Cristo del Amor y de la Paz durante la Semana Santa de Salamanca - david arranz Semana Santa y España son palabras sinónimas, pero no se sustituyen entre sí. Si bien España es muy posiblemente el país donde se celebra con más énfasis, los conquistadores españoles y portugueses difundieron por medio mundo, junto con el castellano y el portugués, nuestra particular forma de culto a la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret y aún hoy, siglos después, ésta se sigue viviendo con intensidad en lugares tan remotos como Filipinas, México o Guatemala. [Vea una fotogalería con las distintas celebraciones de la Semana Santa en el mundo]
Portugal
Los Farricocos de Braga durante la procesión del «Senhor do "Ecce Homo"» - wikimedia commons No hace falta desplazar mucho el dedo por el mapa para encontrar lugares fuera de España en donde la Semana Santa causa auténtica devoción. Así, en el vecino Portugal también son tradición los ritos y procesiones pascuales. Especialmente conocidos son los de Sapiãos, Sardoal y Óbidos, ciudad ésta donde destaca la procesión de los Pasos y la procesión nocturna del Cambio de las Imágenes, que se celebra bajo la luz de las antorchas.
Sin embargo, si una urbe portuguesa destaca por su Pasión, esa es Braga. Las calles de la capital bracarense, conocida como «la Roma portuguesa» por su concentración de arquitectura religiosa, son el escenario por donde cada semana santa desfila la procesión del «Senhor do "Ecce Homo"», famosa por los extraños penitentes que la forman: los Farricocos, que se pasean descalzos, con la cabeza rapada y envueltos en túnicas mientras portan antorchas y unas grandes y estridentes matracas negras.
Italia

Procesión en Sicilia - national geographic (archivo abc) También en nuestro Este se recuerda con fervor la muerte y posterior resurrección de Cristo. En Italia, especialmente en el sur del país, los ritos pascuales se suceden en las poblaciones del Golfo de Nápoles, como la «Corsa dell’Angelo» en Forio, una representación que reproduce el encuentro entre la Virgen María y Jesucristo tras la Resurrección.
Más al sur, en Apulia y Calabria, las procesiones tienen una gran tradición. Sin embargo, es en Sicilia donde la Semana Santa se celebra con más entusiasmo, recuerdo de los tiempos de la dominación española. Así, en Trapani es especialmente conocida la procesión de los Misterios, mientras que en Enna 15 cofradías que descienden de los antiguos gremios profesionales desfilan cada Viernes Santo.
El Vaticano

El Papa Francisco durante la bendición «Urbi et Orbi» - reuters El epicentro del catolicismo vive con especial fervor la Semana Santa. Los ritos comienzan el Domingo de Ramos con la procesión de las Palmas, que representa la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén y se extienden durante los días posteriores con tradiciones como la Santa Misa Crismal, el lavatorio, en el que el propio Papa lava los pies de doce hombres, el Vía Crucis en el Coliseo romano y la Misa Solemne de Resurrección.
Malta

Procesión en La Valleta - abc Pese a los largos años de dominación británica, Malta celebra con entusiasmo la Semana Santa a la manera católica. Los ritos comienzan el Jueves Santo y se extienden hasta el miércoles, día en que se celebra la fiesta de San Grigor. Entre ambos días, se suceden las representaciones de la Última Cena en múltiples lugares de las tres islas que forman este pequeño país mediterráneo y las procesiones con rica y abundante imaginería recorren las principales ciudades.
Indonesia

Celebración de la Semana Santa en Indonesia - indonesia travel En Indonesia, y pese a la enorme distancia geográfica, la Semana Santa tiene acento portugués. Los ritos en recuerdo de los últimos días de Cristo fueron importados al país asiático por los misioneros portugueses en el siglo XVI, que se asentaron en la zona antes de que la Compañía Holandesa de las Indias Orientales se hiciera con el control efectivo del territorio en el siglo XVII.
Pese a que se trata del país con mayor número de musulmanes del planeta, los católicos celebran con total libertad su «Semana Sancta». La capital de la Semana Santa indonesia es Larantuka, en la región de Flores, a dónde acuden peregrinos de todo el país e incluso de los vecinos Java y Balí, según cuenta el fotógrafo zaragozano Diego Zapatero en «Anillo de fuego».
Filipinas

Un indonesio siendo crucificado durante las celebraciones de la Semana Santa en Indonesia - afp La Semana Santa filipina no está exenta de polémica. Cada Viernes Santo decenas de filipinos se crucifican y flagelan en pueblos y aldeas de todo el país con la creencia de que con ese sacrificio protegerán a sus familias de enfermedades y desgracias, pero también en busca de la paz espiritual. Los ritos incluyen desde flagelarse hasta clavarse con clavos a una cruz, una «penitensiya» (penitencia en tagalo, lengua mayoritaria en Filipinas) que para muchos es «refrescante y renovadora».
Iberoamérica
Los ritos ibéricos de celebración de la Semana Santa también calaron profundamente en Iberoamérica. Procesiones, ofrendas florales y gastronomía especial de estas fechas se suceden en los distintos países iberoamericanos, desde Argentina, donde se espera un gran incremento de turistas durante la Semana Santa de este año debido a la creciente popularidad del Papa Francisco, natural de Buenos Aires, hasta Guatemala, cuya Semana Santa, muy intensa y colorida y donde es común cubrir las calles con profusos mantos de flores, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 2008 con el apoyo de la Unesco.
También Venezuela celebra la Semana Santa con entusiasmo. En el país sudamericano se suceden las procesiones con imaginería religiosa, en especial en Monagas y Trujillo, pero también en la propia capital, Caracas. Caso aparte es Cuba: en 2012 los católicos pudieron celebrar por primera vez en casi medio siglo la Pasión, Muerte y Resurrección, después de que esta fuera prohibida en 1959 por el régimen comunista cubano. Si bien es cierto que las procesiones (sin apoyo oficial) se toleraban desde 2001, solamente una petición expresa del entonces Papa Benedicto XVI, que había visitado la isla caribeña apenas unos días antes, a Raúl Castro, pudo hacer posible que los cubanos volvieran a celebrar la fiesta religiosa más destacada de la religión católica con un día festivo.
Tierra Santa

Celebración de la procesión del Domingo de Ramos en Jerusalén, en 2012 - reuters En Jerusalén la Semana Santa se celebra con gran énfasis. Cada Semana Santa miles de peregrinos se desplazan a la ciudad para contemplar los lugares donde Jesús predicó, fue crucificado y resucitó. El acto central es la procesión por la Vía Dolorosa, que según la tradición es parte del itinerario que siguió Cristo, cargando con la Cruz, hacia el lugar donde murió crucificado, donde actualmente se levanta la Iglesia del Santo Sepulcro.
La tradición ortodoxa: Grecia y Rusia
abc Los cristianos ortodoxos también celebran la Semana Santa, aunque sus ritos difieren sustancialmente de los católicos, partiendo de que sus festividades ni siquiera coinciden temporalmente con las católicas, salvo en años puntuales. Esto es así por influencia del calendario juliano, antecesor al gregoriano, y que se basa en el movimiento aparente del sol para medir el tiempo. Así, la Semana Santa española únicamente coincide, por ejemplo, con la griega y la rusa, cuando el primer plenilunio del equinoccio de primavera coincide en los calendarios juliano y gregoriano.
Del mismo modo que los católicos, los ortodoxos celebran cada uno de los días «santos», especialmente el jueves y el viernes. No obstante, tanto la liturgia como alguna de las esencias de la celebración son distintas. Así, como explican en «La pasión griega», la Pascua católica se centra más en la Pasión y Muerte de Jesús, mientras que la ortodoxa es más festiva y concede más importancia a la Resurrección.
En el caso griego la Pascua dura dos semanas, dedicándose la primera al ayuno y la misa y la segunda a festejar la Resurrección. La Semana Santa rusa, por su parte, no está asociada, como sucede en España, a unas cortas vacaciones, ya que, según explica el corresponsal de ABC en Moscú, Rafael Mañueco, ninguno de sus principales días es fiesta oficial. Además, tampoco motiva a los feligreses rusos ocasionales para asistir a ceremonias religiosas, las cuales quedan únicamente a los auténticos creyentes. Pese a ello, las procesiones forman también parte del ritual aunque no son tan vistosas ni multitudinarias como en España: allí discurren alrededor de las iglesias y aglutinan a un número de participantes muy reducido.





