epidemias
El virus del Ébola llega a la capital de Guinea y salta a Liberia y Sierra Leona
La Organización Mundial de la Salud confirma el brote pero no considera necesario decretar restricciones de comercio o viajes a estos países
El brote del contagioso virus del Ébola que se ha desatado en Guinea ha alcanzado ya Conakry , la capital del país. Desde que la enfermedad se detectó el pasado mes de enero en las provincias del sur, se han registrado en el país un centenar de casos sospechosos de esta fiebre hemorrágica letal, para la que no hay vacuna ni tratamientoe ficaz. De hecho, de las 103 personas contagiadas, ya han fallecido 66.
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Pero la enfermedad no solo afecta a Guinea sino que también ha comensado a extenderse a los países vecinos. La OMS ha confirmado que en Liberia ya hay ocho casos sospechosos, con seis fallecidos, y cinco muertos en Sierra Leona, de seis infectados. Ante estos datos, la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental ha mostrado ya su preocupación por el desarrollo de esta epidemia que está afectando a un número mayor de personas de lo que suele ser habitual, al menos desde 2007, año en el que se registraron los brotes más intensos en Uganda y la República Democrática del congo, con 264 y 149 casos, respectivamente.
Un 90% de los infectados termina falleciendo
La letal eficacia del virus -según datos de la OMS, un 90% de los afectados mueren- y las deficientes vías de comunicación de los países en los que aparece, hace que sea difícil que se extienda a un número elevado de personas. Pero al haber alcanzado Conakry, el escenario podría cambiar radicalmente. Con más de dos millones de personas viviendo en unas condiciones higiénico-sanitarias muy deficientes, sin electricidad ni agua en la mayoría de los barrios, la enfermedad podría encontrar una plataforma de propagación idónea.
Peligrosos rituales funerarios
Al propicio escenario de la capital, hay que añadir además las costumbres rituales funerarias en Guinea, donde el contacto físico entre los muertos y los familiares vivos en su despedida antes del enterramiento favorecería aún más la propagación de esta peligrosa enfermedad que se contagia a través del contacto con la sangre, secreciones, órganos u otros fluidos corporales de animales (chimpancés, gorilas, antílopes o murciélagos de la fruta) o personas infectadas.
Los síntomas de la enfermedad son: fiebre repentina y elevada, gran debilidad, dolor muscular y de cabeza y garganta, vómitos, diarrea, erupción cutánea, deterioro de las funciones renal y hepática, y hemorragias internas y externas. El periodo de incubacion varía desde los 2 a los 21 días.
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