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Monseñor Scicluna: «El Papa no será blando con los sacerdotes pederastas»

El fiscal para los casos de pedofilia del Vaticano confirma la determinación de Bergoglio de atajar «la vergüenza de la Iglesia»

Monseñor Scicluna: «El Papa no será blando con los sacerdotes pederastas» efe

reuters/p. pullella

«El Papa Francisco no será blando con los sacerdotes pederastas, porque la verdad y la justicia son más importantes que la protección de la Iglesia». Con esas palabras sentenciaba el exfiscal de crímenes sexuales del Vaticano, monseñor Charles Scicluna, la mayor autoridad católica oficial sobre la crisis de los abusos de la Iglesia, l a actitud que el Santo Padre tendrá hacia los clérigos que cometieron tan execrables actos.

Scicluna afirmó que el Papa, «a pesar de su naturaleza misericordiosa, será muy estricto con los sacerdotes pedófilos que han originado una crisis que el Papa ha denominado la "vergüenza de la Iglesia"». «Me he reunido con el Papa y me ha expresado su gran determinación para seguir en la línea de sus predecesores», dijo Scicluna, que sirvió en el Vaticano durante 17 años antes de ser nombrado obispo auxiliar en su Malta natal, en 2012.

«Su Evangelio de la misericordia es muy importante, pero no se trata de la misericordia barata. Hay que respetar la verdad y las exigencias de la justicia», dijo Scicluna durante su entrevista telefónica.

Convertirse en ejemplo de protección a los menoresJorge Mario Bergoglio, que fue elegido Pontífice de la Iglesia católica en marzo de 2013, creó una comisión de expertos el mes pasado para hacer frente a los abusos sexuales de niños en el seno de la Iglesia Católica, en lo que fue su primer paso importante para hacer frente a una crisis que se remonta a décadas atrás. Este grupo estudiará la mejor manera de proteger a los menores y ayudar a las víctimas, y también de responder a las acusaciones de que el Vaticano no ha hecho lo suficiente para proteger a las personas más vulnerables.

Scicluna era uno de los expertos de la delegación enviada por el Vaticano al Comité de la Convención de Derechos de la Infancia de la ONU, con sede en Ginebra, para explicar cómo la Santa Sede cumple los compromisos asumidos al ratificar la Convención de los Derechos del Niño después del escándalo de los abusos sexuales a menores cometidos durante años por sacerdotes.

Hecho sin precedentes

La comparecencia en Ginebra fue un hecho sin precedentes por tratarse de la primera vez que la jerarquía de la Iglesia Católica participa en un escrutinio público de los abusos sexuales contra menores. Y para Scicluna la experiencia fue muy útil para la Iglesia. «Tenemos una gran responsabilidad con nuestro pueblo ... creo que fue una bendición que tuviésemos esa reunión antes de la creación de nuestra comisión». El experto religioso confirmó que los registros vaticanos muestran que en 2011 el número de casos alcanzó el máximo de 260 debido a «problemas de trabajo pendiente con algunos casos históricos» pero que esperaba que los números se fueran «estabilizando» sobre los 100 en 2013. En cuanto a los sacerdores implicados en esos casos, Scicluna dijo que «la mitad estaban apartados del sacerdocio y el resto habían pedido dejar el sacerdocio después de «admitir sus crímenes».

«Lo mejor es afrontar la verdad, sea la que sea»En 2012, cuando aún estaba en su trabajo anterior en el Vaticano, Scicluna creó un gran revuelo cuando pronunció la palabra «Omerta», por lo general utilizado para describir el código de silencio de la mafia siciliana, en relación con la crisis de los abusos sexuales en la Iglesia. En respuesta a una pregunta durante la entrevista, lo utilizó de nuevo. «Creo que hay una clara señal de que la "Omerta" no es la respuesta que debe dar la Iglesia», dijo. «Estoy convencido de que lo mejor para la institución es afrontar la verdad sea lo que sea».

La Iglesia ha tenido que pagar cientos de millones de dólares en concepto de indemnización en los casos de abuso sexual en todo el mundo , lo que ha provocado la quiebra de muchas diócesis. Pero el pasado jueves, el Papa Francisco dijo que era justo pagar daños y perjuicios a las víctimas.

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