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Un 7% de la población padece el trastorno de compra compulsiva

El arranque oficial de las rebajas puede favorecer el desarrollo de esta patología sobre productos que «en realidad no se necesitan»

Un 7% de la población padece el trastorno de compra compulsiva rafael carmona

abc.es/agencias

Un 7 % de la población padece el trastorno de compra compulsiva, que se da en la misma proporción en hombres y mujeres, según ha informado este martes el Hospital de Bellvitge, centro pionero en el tratamiento de este transtorno, y que coincide además con el arranque oficial de la temporada de rebajas.

Las fiestas navideñas suelen dejar paso al posterior periodo de rebajas y descuentos en la mayoría de tiendas y grandes almacenes, lo que puede favorecer el desarrollo de trastornos de compras compulsivas de productos que «en realidad no se necesitan».

Así lo ha asegurado el vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), José Antonio López Rodríguez, reconociendo también que son periodos en los que es más difícil de detectar el problema porque «hay una cierta justificación» de algunas compras por el propio periodo de rebajas y «una mayor tolerancia» por parte de los familiares.

La responsable de la unidad de juego patológico y otras adicciones de Bellvitge, Susana Jiménez, ha explicado que «depresión, problemas de ansiedad y trastornos alimentarios son en la mitad de los casos trastornos vinculados con la compra compulsiva que deben tratarse para lograr la total recuperación del paciente».

Por sexo: mismo grado, diferentes objetos

Según Jiménez, la incidencia del problema es similar entre hombres y mujeres, aunque «la diferencia se encuentra en el tipo de objetos que adquieren, mientras las mujeres compran cosmética, ropa, complementos y joyas, los hombres suelen comprar material informático, música y accesorios para el coche».

«La influencia de la publicidad, el aumento del materialismo como indicador de éxito social e, incluso, como señal de identidad y las facilidades que cada vez más tenemos para comprar cualquier tipo de producto son factores que favorecen el incremento del número de pacientes con trastorno de compra compulsiva», asegura Susana Jiménez.

Generalmente, estas personas tienen una dependencia y una necesidad de comprar «superior a su voluntad» que, por tanto, suele ser «incapaz de controlar». «Cualquier excusa y cualquier situación es válida, pero lo que los diferencia es que no compran porque lo necesiten, sino para dar salida a su compulsión», reconoce este López Rodríguez.

En los últimos años Internet se ha establecido como un potente elemento de riesgo en el desarrollo de esta patología, aunque las compras presenciales siguen siendo las más habituales. «El perfil del paciente es una persona de unos 40 años, con un tiempo de evolución del trastorno de seis años y con deudas de más de 25.000 euros», según Jiménez.

De hecho, para las rebajas que ya han llegado, la Confederación de Consumidores y Usuarios de Madrid (CECU Madrid ), por ejemplo, lista una serie de consejos para no «perder la cabeza» basados sobre todo en que las compras sean necesarias y siempre desde la prudencia. Estos son: planificar las compras (cuánto se quiere comprar y cuánto se quiere gastar); comprar racionalmente (aquello que se necesite) y de forma sostenible (no cambiar la decisión con base en criterios publicitarios); y tener en cuenta que las rebajas solo lo son en precio, no en calidad ni en derechos.

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