La hemorragia que pudo costarle la vida a Cristina Cifuentes

El propio impacto pudo haber roto algunos vasos sanguíneos que encharcaran los pulmones o bien la astilla de una de las costillas que se fracturaron durante el accidente. Para paliar el hemoneumotórax se utilizan drenajes que facilitan tanto la salida de aire como de sangre, pero a veces no basta. Si la rotura es un vaso venoso suele remitir por sí mismo, en cambio cuando se daña una arteria es necesario cauterizarla . Por eso a la delegada del Gobierno se le tuvo que operar de urgencia para detener la hemorragia. Si no se le hubiera atajado podría haber tenido consecuencias fatales.

Los cirujanos del Hospital La Paz recurrieron a una técnica mínimamente invasiva para reparar la rotura de la arteria torácica. Utilizaron un cateterismo guiado por imagen que permite viajar por el interior del vaso circulatorio y llegar hasta la fuga de la arteria para cauterizarla. Para llegar a la arteria dañada se puede acceder desde la ingle o desde una arteria del brazo. Este tipo de intervención vascular es relativamente reciente y necesita equipos bien entrenados para realizarla, como el del servicio de Radiología Vascular Intervencionista de La Paz. Hace diez años era necesario ser más agresivo, había que abrir el tórax al paciente para localizar el sangrado de la arteria, una interveción con más riesgo para el paciente.

TAC y pruebas neurofisiológicas

Una buena noticia es que las pruebas neurológicas efectuadas hayan salido «bien», como ha explicado el presidente de Madrid, Ignacio González. Probablemente se le haya realizado un TAC para ver si hay algún tipo de lesión en la cabeza y en la columna, así como algunas pruebas neurofisiológicas. Aunque el diagnóstico definitivo sólo se podrá hacer cuando Cifuentes vuelva a estar consciente.

El que a Cifuentes se le mantenga sedada e intubada no es una señal de extrema gravedad. La intubación en su caso le ayudará a recuperarse del traumatismo pulmonar . El respirador artificial protege al pulmón y respira por él.