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Cardenal Sistach: «El humanismo de una sociedad se evalúa por su actitud ante al aborto»

Sistach defiende a los políticos como instrumentos necesarios para «el bien común de la sociedad» y les pide que se acerquen a la gente

Cardenal Sistach: «El humanismo de una sociedad se evalúa por su actitud ante al aborto» AFP

esther armora

Elogiado por la clase política catalana por su profesada catalanidad, experiencia y talante dialogante, al cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, se le atribuyen, entre otros méritos, el de haber logrado fortalecer las relaciones entre Cataluña y la Santa Sede. Aprovechando este buen clima logró atraer en noviembre de 2010 al anterior Papa Benedicto XVI a la Sagrada Familia, mérito, entre otros, por el que el gobierno catalán le concedió este año la Medalla de Oro de la Generalitat, uno de sus máximos reconocimientos. Sistach, uno de los cinco cardenales españoles con derecho a voto en el cónclave, presentó su renuncia hace un año al cumplir 75 años siguiendo lo que marca el Derecho Canónigo. Ahora, el Govern intensifica sus contactos en Roma para procurarle un relevo catalanista.

-Comienza un nuevo Pontificado con ánimos renovados para la Iglesia. ¿Qué huella cree que ha dejado Benedicto XVI y qué cambios le parece que puede introducir su sucesor?

-Benedicto XVI nos ha dejado un magisterio muy rico expresado con un lenguaje sencillo y pedagógico. Se ha dicho que el Papa emérito es un intelectual que lo entienden los sencillos. Además, en el triste y doloroso campo de la pedofilia, tomó desde el principio una postura y una decisión de tolerancia cero. Ha creado el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización para ayudar a los países de la vieja cristiandad al trabajo de la evangelización ante la situación de secularismo y descristianización en que mucho de ellos viven actualmente y ha tomado una decisión inédita desde hacía seis siglos: ha renunciado a su ministerio de Obispo de Roma y sucesor del apóstol Pedro al servicio de la Iglesia universal. El Papa Francisco nos sorprenderá con la renovación en la Iglesia. Es persona de principios claros, de profunda espiritualidad y con un gran deseo de que la Iglesia transparente con claridad a Jesucristo, una Iglesia pobre para los pobres. Con la creación de una comisión de cardenales desea afrontar la revisión de la curia romana para mejorar su funcionamiento.

-¿Tiene la impresión que la Iglesia catalana ganará peso en el Vaticano con este nuevo Pontificado?

-Creo que las buenas relaciones de la Iglesia en Cataluña con el Vaticano continuarán por este buen camino. Considero que viven momentos dorados que espero y deseo que continúen. Todos recordamos la visita de Benedicto XVI a Barcelona para la dedicación de la Sagrada Familia. He invitado al Papa Francisco a que visite esta bellísima Basílica gaudiniana. Por ser jesuita, el Papa tiene raíces importantes en Cataluña ya que San Ignacio de Loyola estuvo en Montserrat y en Manresa en donde escribió los ejercicios espirituales.

-¿Cómo valora la reforma de la ley del aborto?

-No conozco exactamente el contenido. Tratando del aborto nos encontramos ante la realidad de una vida humana en el seno materno que hay que proteger desde el momento de su concepción. El feto es un ser humano inocente e indefenso, por lo que los padres y la sociedad han de protegerle. En la Iglesia hay instituciones que trabajan para ayudar a madres embarazadas con la finalidad que no se vean abocadas al aborto, sino que puedan dar a luz a su hijo. El humanismo de una sociedad se evalúa por su actitud social y legal ante el aborto, en definitiva ante la cultura de la vida.

-Ha alabado el papel de los políticos en estos momentos tan complicados que atraviesa el país. ¿Es responsabilidad de la Iglesia interceder para que se rebaje la crispación política?

-Los políticos son necesarios para el bien común de la sociedad. Sin su actividad honesta y generosa la sociedad no puede conseguir su finalidad. Los políticos han de tener prestigio y estima social y han de ejercer su trabajo para conseguirlo. El cardenal Jubany solía «Las relaciones de Cataluña con el Vaticano viven momentos dorados»decir que el prestigio se gana día a día y se puede perder en un día. La Iglesia ha hablado de la actividad de los políticos si se ejerce buscando solamente los intereses del bien común, como de la forma más amplia de la caridad, la caridad política. Pienso que el diálogo entre las dos partes es absolutamente necesario y que los puentes son siempre beneficiosos. Hablando, la gente se entiende.

-¿La crisis económica va unida a una crisis de valores?

-En el fondo de la crisis económica y financiera hay una crisis de valores y de fe. Cuando el hombre abandona a Dios, se pierde a sí mismo. Sin valores humanos y cristianos al salir de la crisis podemos caer en otra.

-Hay acusaciones que apuntan que en el Hospital de Sant Pau, participado por la Iglesia, se han practicado y se siguen practicando abortos. Se basan en los datos oficiales del Ministerio de Sanidad sobre Interrupciones Voluntarias de Embarazo (IVE), registro en el que el Sant Pau consta como hospital abortista. Me interesaría mucho tener su impresión al respecto.

-La Muy Ilustre Administración (MIA), es la fundación del Hospital de Sant Pau. Esta fundación nació hace muchos siglos en Barcelona y tiene un ideario cristiano. Por tanto, en el Hospital de Sant Pau no se pueden practicar abortos. Lo que sucede es que la Administración, en el momento de dar la estadística de las interrupciones voluntarias del embarazo, incluyen también en la estadística los pocos casos clínicos admitidos por la moral católica, lo que se presta a una indebida confusión.

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