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En clase a través de un robot

Un niño estadounidense que sufre múltiples reacciones alérgicas mortales consigue «asistir» al colegio gracias a una máquina

En clase a través de un robot abc

MARÍA G. PICATOSTE

Devon es un niño de siete años muy especial por dos razones. La primera es que le encanta ir al colegio. La segunda es que padece varias alergias severas. Esas alergias son tan peligrosas que le producen unas reacciones potencialmente mortales. Por ello, Devon no podía ir a clase. Hasta ahora. En los últimos meses Devon, su familia y el colegio Winchester Elementary están probando una moderna solución: que Devon asista a clase remotamente a través de un robot.

El autómata que ayuda a Devon se llama VGo y es fabricado por VGo Communications . VGo mide poco menos de metro y medio, está equipado con una cámara y una pantalla, y es manejado por control remoto desde la casa de la familia Carrow en West Seneca, en el estado de Nueva York.

«Es muy guay porque es como jugar a un videojuego en el ordenador, como si tu objetivo fuera sobrevivir», señaló Devon a Associated Press.

En peligro permanente si va a clase

Devon es alérgico a todo tipo de nueces, entre ellas los cacahuetes, omnipresentes en la dieta estadounidense; a los huevos, los productos lácteos y otros muchos alimentos.

El pequeño se expone a sufrir un shock anafiláctico no solo si él mismo ingiere los mencionados comestibles. También si uno de sus compañeros los consumen, si usan productos higiénicos con aromas o con componentes de sus alérgenos o, a veces, si los toca.

«Tanto él, como su calidad de vida y su autoestima han mejorado enormemente. Hay algunos problemillas aquí y allá, pero esto es lo mejor en lo que puede participar», explicó la madre de Devon, Rene Carrow, al canal ABC News .

Entre los problemas a los que Rene se refiere están las frecuentes desconexiones que Devon sufre cuando la intensidad de la conexión a internet del robot es baja. Salvo por esos momentos, y los recesos para comer y las clases de gimnasia, Devon está siempre presente en el colegio durante el horario escolar.

«No lo tratamos de manera diferente. A pesar de no estar presente tiene que entregar sus deberes, tiene que hacer que su madre firme sus apuntes y tiene una responsabilidad en la clase. Y tiene que prestar atención, aunque a veces lo miro y está despistado», bromeó Dawn Voelker, una de las profesoras de Devon.

Su hermano le ayuda

Para completar sus responsabilidades en el aula Devon cuenta con la ayuda de su hermano. Él asiste a la misma escuela, por lo que es el encargado de recoger los materiales que Devon necesita para hacer sus tareas y de entregar a los profesores de Devon sus deberes y trabajos diarios.

Como el resto de profesores, durante la hora de clase en que el robot está en el aula Voelker debe usar un micrófono que registre su voz con nitidez. Esto es posible gracias a la colaboración total del colegio de Devon, quien tuvo que cambiarse a este centro después de que su anterior escuela no quisiera permitir la presencia de su robot. Los onerosos costes del robot -6.000 dólares por el robot y 100 dólares mensuales de gastos de servicio- y su mantenimiento son cubiertos por el presupuesto del distrito donde se ubica la escuela, quien ha creado un plan de educación especial para Devon.

Los robots como VGo son una tecnología que también está encontrando un hueco en el sector de la medicina, ya que permite a los médicos pasar consulta de manera remota; y en muchas oficinas, donde los empleados que trabajan desde casa o se encuentran de viaje pueden aún así estar presentes en reuniones importantes.

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