Más agua del grifo y embutidos cuando salimos a comer fuera de casa

El gasto fuera del hogar descendió un 4,2% en 2012, según los datos de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

Más agua del grifo y embutidos cuando salimos a comer fuera de casa abc

c. g.

07/03/2013
Actualizado a las 20:41h.

Salimos menos a comer y a cenar y cuando lo hacemos miramos con lupa el euro. Pedimos más queso, jamón y embutidos , carnes frescas como el caballo, venado o jabalí, fritos y arroces y menos cereales, pollo, porcino, pasta y helados. Para beber, aumenta el consumo de agua del grifo y vino y desciende el de agua mineral, infusiones, café y bebidas con gas. Esta es la radiografía del consumo fuera del hogar en plena crisis, recogida en un informe presentado este jueves por el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente , Miguel Arias Cañete.

Los españoles nos gastamos en 2012 un 4,1% menos fuera de casa, en total 33.044 millones de euros, un tercio del gasto total. Este dato es el resultado del descenso de ventas, visitas y del ticket medio por comensal en comidas y cenas, que se sitúa en 4,84 euros, un 1,2% menos que el año anterior. «Estas cifras nos ofrecen ya algunas, que yo definiría como la “vuelta a casa”, es decir, salimos menos y gastamos algo menos», ha añadido Cañete.

El mayor gasto (16.290 millones de euros) lo hacemos en restaurantes con servicio de mesa, seguido de los establecimientos con autoservicio, servicio rápido o en barra (10.160 millones) , y el resto (6.592 millones) en máquinas, hoteles, transporte, ocio nocturno.

Frente a la caída del consumo fuera de casa, la cesta de la compra en los hogares crece un pequeño 0,2%, con un gasto de 67.634 millnes de euros, lo que supone más de la mitad del gasto total. Un crecimiento que se h ralentizado respecto a años anteriores por dos factores: «estabilización de la población, que anteriormente crecía a un ritmo importante, y por la propia crisis, que provoca una contención del gaso y lleva al consumidor a realizar una compra más racional», ha explicado el ministro.

Más fruta fresca y menos aceite de oliva

El informe revela un crecimiento el consumo de alimentos de primera necesidad, como la fruta fresca , especialmente la sandía, fresas y melón; el pan, los huevos, la carne, sobre todo el pollo, el pavo y las carnes transformadas; y los derivados lácteos. Desciende, sin embargo, el consumo de aceite de oliva y girasol, el pescado y las hortalizas frescas, aunque dentro de este último capítulo es destacable el aumento del consumo de las patatas frescas , zanahorias, pimientos y cebollas y los mariscos, crustáceos y moluscos frescos y cocidos.

En cuanto a las bebidas que consumimos en casa, compramos más vinos y espumosos sin denominación de origen, cerveza y agua envasada, mientras desciende la compra de zumos, refrescos y bebidas de alta graduación.

A la hora de comprar, los consumidores prefieren la tienda tradicional para los productos frescos y los supermercados y tiendas descuento para el resto de alimentos. «El factor principal que marca esta elección es el de buenos precios, con un porcentaje del 62,7 por ciento, seguido por la calidad de los productos, con un 51,9 por ciento», ha indicado el ministro.

Fidelidad a las marcas

En cuanto a las marcas , casi el 74% manifestó comprar siempre las mismas, frente a un 18% que busca la más económica dentro de unas determinadas marcs y un 8,8% que compra la más barata aunque no sea conocida. Respecto a las marcas propias del establecimiento, casi la mitad confisa que compra algunas, un 26% bastantes y un 22% muchas, frente a un 8,7% que no acostmbra a comprarlas.

Por tipo de hogar, los hogares de jóvenes independientes, los de los jubilados y las parejas adultas sn hijos son los grupos en los que ha aumentado el consumo, que disminuye en los hogares con hijos y en los de las parejas jóvenes sin hijos.

En el caso de los jubilados, su nivel de compra se ha incrementado en un 1,4% y su consumo per capita un 1,1%, casi cuatro veces más que en el total de España. Su gasto per capita, que es un 53,5% más alto que la media nacional, también aumentó. Entre los productos más consumidos por este sector de la población se encuentran los pescados y mariscos frescos, quesos frescos sin sal, pan integral, galletas, legumbres, aceite de oliva, vinos y espumosos, hortalizas y frutas frescas.