Hazte premium Hazte premium

El padre de la doble hélice de ADN carga contra la investigación del cáncer

El nobel James Watson dice que se despilfarran recursos y lanza una nueva teoría para controlar la enfermedad

El padre de la doble hélice de ADN carga contra la investigación del cáncer ángel de antonio

N. ramírez de castro

Tiene 84 años pero el nobel de medicina James Watson no se resiste a ser el «enfant terrible» de la ciencia que siempre fue. Con el mismo desparpajo que ha cuestionado en los últimos años, la inteligencia de la raza negra o ha pedido el aborto libre para las mujeres con hijos homosexuales, critica ahora a los grandes centros de investigación oncológica por la forma en la que se están utilizando los recursos.

A este pionero del ADN, uno de los padres de la doble hélice, siempre le ha inquietado la investigación del cáncer. Y no le gusta cómo se está gestionando la batalla contra la enfermedad: «La falta de conocimientos no impide que el cáncer se cure, sino la incapacidad mundial para colocar con inteligencia nuestros recursos monetarios en la dirección adecuada», escribe en un artículo de ocho páginas que ha publicado la revista «Open Biology». Y pone como ejemplo los cien millones de dólares anuales invertidos en el Atlas del Genoma del Cáncer, un ambicioso proyecto que pretende sacar a la luz la base genética de los 220 tipos de tumores. Este proyecto, que contó al principio con su beneplácito, «no va a traer los nuevos fármacos que necesitamos desesperadamente». Invirtiendo así el dinero, estaremos siempre a 10 o 20 años del control del cáncer», dice.

El artículo no libra a casi nadie de sus críticas. Para los grandes centros de investigación, para los científicos y, por supuesto, para la industria farmacéutica. Del «establishment» oncológico asegura que solo se preocupa de hallar cócteles de medicamentos dirigidos contra alteraciones en genes como el HER2 o RAF. Sin embargo, la esperanza de la oncología moderna es precisamente utilizar medicamentos selectivos contra alteraciones genéticas.

«Es mi trabajo más importante»

No solo hay críticas en su largo artículo. También hay contribuciones científicas. El octogenario investigador ofrece una nueva hipótesis para curar tumores en su etapa más avanzada, cuando la metástasis ya se ha extendido. En sus propias palabras, «es mi trabajo más importante desde la doble hélice».

Watson se refiere al papel de los oxidantes y a los antioxidantes en la curación del cáncer y tampoco rehúye la polémica: «Todo el mundo pensaba que los antioxidantes eran buenos pero pueden impedir que matemos a las células cancerosas y curemos el cáncer». Aquí contradice a otro premio Nobel, Linus Pauling, un amante de las vitaminas quien en la última época de su vida proponía la curación del cáncer con vitamina C.

Numerosos estudios han mostrado que tomar antioxidantes como la vitamina E no reduce el riesgo de cáncer. Tampoco parece que tomando litros de zumo de naranja ayude a luchar contra la enfermedad. Watson va más lejos y advierte de su efecto pernicioso. A su juicio, los los antioxidantes pueden anular el efecto de la quimioterapia. De hecho recuerda cómo su colega Pauling murió de cáncer de próstata, pese a consumir 12 gramos de vitamina C diaria durante muchos años

Paños calientes para Watson

Cuando el polémico Watson arremetió contra negros y homosexuales tuvo que hacer frente a una tormenta de reproches y descalificaciones. Esta vez, el chaparrón ha llegado en forma de lluvia fina. «Son las cosas de Jim», dicen a ABC investigadores que le conocen bien. Otros que prefieren permanecer en el anonimato prefieren no opinar públicamente.

María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), le defiende: «Creo que lo que Watson intenta es estimularnos, animarnos a pensar en estrategias moleculares adicionales de una manera más creativa. Además de los antioxidantes, en su trabajo menciona nuevas dianas terapéuticas moleculares, como el oncogén Myc, que no están siendo ahora mismo objeto de desarrollo de fármacos». A las críticas al establishment de la investigación del cáncer, Blasco responde con paños calientes: «Watson indica lo que según su opinión son obstáculos para que se avance más rápido contra el cáncer».

Manel Esteller, director del Programa de Biología del Cáncer del Idibell no comparte las críticas del nobel a los fármacos, dirigidos a mutaciones concretas: «La genética y los genomas del cáncer han revelado importantes mutaciones contra las cuales disponemos de fármacos muy efectivos y con pocos efectos secundarios. Lamentablemente solo un 25% de los tumores humanos contienen esas alteraciones. Por eso hemos de seguir investigando para ayudar a encontrar mejores tratamientos». Fuera de España el biólogo Hans-Guido Wendel del Sloan-Kettering ve una promesa en el estudio del oncogén Myc

Noticias relacionadas

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación