Cameron y el arzobispo de Canterbury critican el rechazo a las «obispas» anglicanas

Lejos de calmar las aguas entre los anglicanos, el rechazo del Sínodo de la Iglesia de Inglaterra a la ordenación de mujeres como obispos ha reavivado la fuerte división en su seno e incluso ha provocado las críticas del primer ministro, David Cameron . El arzobispo de Canterbury saliente, algo así como el «Papa» anglicano, Rowan Williams , ha admitido hoy que la Iglesia de Inglaterra ha perdido parte de su «credibilidad». Williams, que era partidario del «sí» y dejará el puesto dentro de unas semanas, se ha pronunciado así ante el Sínodo, donde ha señalado que la institución tiene que dar «muchas explicaciones» ahora.

En realidad, la mayor parte de los anglicanos es favorable a que las mujeres, que desde 1992 ya podían ser ordenadas sacerdotes, pudiera también convertirse en obispos. De hecho, en el Sínodo hubo un total de 324 votos a favor de la medida y solo 122 en contra . Sin embargo, la minoría tradicionalista se impuso debido a que, para que se hubiera aprobado, debía haber obtenido el respaldo de al menos dos tercios de cada una de las tres cámaras que participaban en la votación, la de los obispos, la de los clérigos y la de los seglares, y fue únicamente en este último grupo donde, por una diferencia de solo seis sufragios, quedó vetada la propuesta.

El Sínodo General continúa celebrándose hoy en Londres. «Tras la votación de ayer, sin duda hemos perdido cierta credibilidad ante la sociedad», se ha lamentado esta mañana el arzobispo de Canterbury en una reunión de urgencia de los obispos sobre esta cuestión. «A decir verdad, tenemos por delante una gran tarea de explicación que ofrecer », ha señalado Williams, quien ha agregado: « Parecemos ciegos a ciertas tendencias y prioridades de la sociedad».

Su sucesos en el arzobispado de Canterbury, el obispo de Durham Justin Welby , también partidario de que haya «obispas», se ha referido asimismo al de ayer como una jornada «negra». Incluso el primer ministro, David Cameron , ha terciado en el debate y ha reconocido en el Parlamento su tristeza por el resultado de la votación. Cameron ha señalado que, «a título personal», es partidario de la ordenación de mujeres como obispos. «Es importante para la Iglesia de Inglaterra ser una iglesia moderna, en contacto con la sociedad actual».