TECNOLOGÍA

Los empastes dentales del futuro llevarán vidrio bioactivo

Reduce la capacidad de la bacteria para atacar los empastes y quizás sea proporciones a las piezas dentales lo minerales perdidos por las carie

A. OTERO

22/12/2015
Actualizado a las 15:19h.

Las personas repetimos la acción de masticar –es decir, ‘masticamos’– una media de 600.000 veces al año. Una acción que, a la larga, conlleva un notable desgaste para nuestras piezas dentales. Y si a ello se suma, sobre todo, la aparición de unas caries, la visita al dentista no es solo obligada, sino repetida. Más aún cuando se atiende a que la vida media de un empaste es de solo 6 años. Así se comprende que, solo en EE.UU., cada año deban practicarse más de 122 millones de restauraciones dentales.

Y en este contexto, ¿cómo se podría mejorar la calidad de estas restauraciones, más concretamente de los empastes, para optimizar nuestra salud dental? Pues simplemente mejorando la composición de los empastes. Por ejemplo, con el uso de vidrio bioactivo. Y es que como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Oregón (EE.UU.), el vidrio bioactivo no solo reduce la capacidad de la bacteria para atacar los empastes, sino que también, y muy probablemente, es capaz de proporcionar a las piezas dentales lo minerales perdidos por las caries.

Como destaca Jamie Kruzic, director de este estudio publicado en la revista « Dental Materials », «el vidrio bioactivo, tipo de vidrio triturado capaz de interactuar con el organismo, ha sido utilizado durante décadas en la curación ósea. Un tipo de vidrio cuyo uso en odontología no está sino dando sus primeros pasos y que, como muestran nuestros resultados, resulta muy prometedor para ser empleado en los empastes . Y es parece que este vidrio no es muy del agrado de las bacterias que habitan en la cavidad bucal, hasta el punto de que son menos propensas a colonizar los empastes que incorporan este compuesto. Un hallazgo que podría tener un impacto muy notable en el futuro de la odontología».

Vidrio bioactivo

Entre otros compuestos, el vidrio bioactivo incorpora óxido de silicio, óxido de calcio y óxido de fósforo, lo que le da un aspecto de ‘vidrio en polvo’. Un vidrio que es denominado ‘bioactivo’ porque, contrariamente a como sucede con otros productos inertes, es reconocido por el organismo, por lo que puede interactuar con el mismo. Y un vidrio bioactivo que, dada su composición, resulta tan duro como rígido.

Como recuerda Jamie Kruzic, «casi todos los empastes acabarán fallando. Y cada nueva caries dental suele iniciarse en la superficie de contacto entre el diente y el empaste, dando lugar a lo que denominamos ‘ caries secundaria ’. Y en este caso, el diente es literalmente erosionado y desmineralizado en esta superficie de unión».

Y en este contexto, el vidrio bioactivo podría prolongar la vida del empaste, pues como indican los autores, «nuestros resultados demuestran que la profundidad de penetración bacteriana en la interfaz con el empaste con vidrio bioactivo es significativamente menor a la que se observa en aquellos compuestos que no contienen este vidrio».

Así, los empastes con vidrio bioactivo deberían ralentizar las caries secundarias y, asimismo, proveer al diente de los minerales para reemplazar los ya perdidos. «La combinación de estos dos beneficios –refieren los autores– da lugar en un empaste dental que funciona igual de bien que los actuales y que, además, es más duradero».

Es más; el vidrio bioactivo induce un efecto antimicrobiano que se explica, cuando menos en parte, por sus iones calcio y fósforo , que además de resultar tóxicos para las bacterias de la cavidad bucal neutralizan la acidez del entorno. Y a todo ello se aúna, como concluye Jamie Kruzic, «que los estudios previos constatan que los empastes que incorporan vidrio bioactivo en más de un 15% de su volumen tienen propiedades mecánicas comparables o superiores a los compuestos que actualmente se están utilizando».