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Usan la vacuna del tétanos para mejorar la inmunoterapia en cáncer cerebral

Un ensayo clínico realizado en 12 pacientes con glioblastoma multiforme demuestra que este tratamiento duplica la supervivencia mínima

Usan la vacuna del tétanos para mejorar la inmunoterapia en cáncer cerebral ABC

R. I.

Un grupo de pacientes con tumores cerebrales agresivos han logrado mejorar su supervivencia con el tratamiento estándar de inmunoterapia al que se añadido una novedad: los médicos habían ‘preparado el camino’ antes de administrar la terapia induciendo inflamación con la vacuna del tétanos. Al provocar inflamación, la vacuna para el cáncer optimiza su capacidad de activar la respuesta inmune del organismo ante los tumores y mejora así la respuesta. Aunque solo se ha realizado en 12 pacientes, este ensayo clínico que se publica en « Nature » podrían allanar el camino para el diseño de nuevas formas para mejorar la eficacia de la inmunoterapia contra cáncer.

El estudio dirigido por investigadores del Instituto de Cáncer de Duke-Durham (EE.UU.) no solo muestra los resultados del ensayo clínico, sino que también explica el funcionamiento de esta técnica de preacondicionamiento con la vacuna del tétanos. La clave radica, explican, en células dendríticas -células especiales que viajan a los ganglios linfáticos donde pueden iniciar una respuesta inmune contra agentes infecciosos o tumores- que ya se han utilizado para desarrollar vacunas contra el cáncer aunque con resultados limitados en el tratamiento de cánceres avanzados. Pero al activar el sistema inmune, aclara John Sampson, se optimiza la función de las células dendríticas en los ganglios linfáticos y así se mejoran las respuestas antitumorales.

Glioblastoma multiforme

Los resultados son concluyentes: en el ensayo clínico realizado en 12 pacientes con glioblastoma multiforme, una forma agresiva de cáncer cerebral, los tres pacientes que recibieron tratamiento preacondicionado todavía seguían vivos al final del estudio, lo que representa una supervivencia mínima al menos dos veces más que los que recibieron la inmunoterapia sin la vacuna del tétanos. Los pacientes con glioblastoma suelen sobrevivir menos de un año; sin embargo, en esta ocasión aquellos que recibieron la inmunoterapia, la mitad vivía cerca de cinco años o más a partir de su diagnóstico», asegura Sampson. Los hallazgos fueron corroborados en ratones y proporcionan una nueva visión de los factores que interviene en el éxito o fracaso de las vacunas de células dendríticas y sugieren un enfoque para mejorar las vacunas subóptimas. «

La base de este trabajo está en hallazgos anteriores que mostraron que los glioblastomas albergan una cepa de citomegalovirus (CMV) que no está presente en el tejido cerebral circundante, creando una diana natural para una terapia inmunológica. Y uno de estos enfoques dirigidos utiliza células dendríticas, que entrenan el sistema inmune para responder a patógenos específicos. Así, los investigadores extrajeron leucocitos de la sangre y promovieron el crecimiento de células dendríticas para cargarlas con los antígenos virales. Así, las células reprogramadas se inyectan de nuevo en los pacientes con cáncer para que localicen y ataquen el tumor cargado con CMV. Pero aunque eficaz, esta inmunoterapia es mejorable y por eso los investigadores se fijaron en la vacuna tétanos/difteria, que disponible y segura al tratarse de una vacuna clínicamente aprobada.

Uno de los pacientes sigue sin experimentar un crecimiento del tumor y continúa vivo ocho años después del tratamiento

Y los resultados del ensayo clínico les dieron la razón. Los pacientes tratados con está terapia mostraron un aumento significativo en la supervivencia en comparación con los individuos que recibieron solo la terapia de células dendríticas: la mitad vivió entre 51 y 101 meses, frente a los 11,6 meses del otro grupo. Y uno de los pacientes sigue sin experimentar un crecimiento del tumor y continúa vivo ocho años después del tratamiento.

«Estos hallazgos son importantes en la mejora de las vacunas de células dendríticas no sólo en el caso de los pacientes con glioblastoma , sino también en otros tipos de cáncer», confirma Duane Mitchell, de la Universidad de Florida (EE.UU.). «Aunque las vacunas de células dendríticas se han mostrado prometedoras en el tratamiento de los pacientes con cánceres avanzados, incluyendo el glioblastoma, la dinámica de este proceso no se ha entendido bien -dice Sampson-. Nuestro trabajo identifica una interacción inmunológica por la que recordar las respuestas a un antígeno -el tétanos-- puede influir en la capacidad migratoria de las células dendríticas cargadas con diferentes antígenos CMV».

Los investigadores planean ahora un nuevo trabajo para determinar si la migración de células dendríticas podría ser utilizada con éxito como un indicador pronóstico de supervivencia del paciente. «Nuestro estudio indica que la migración de las células dendríticas de los ganglios linfáticos puede mejorarse significativamente por un preacondicionamiento del sitio con un estímulo del tétanos y esto parece mejorar las respuestas antitumorales y prolongar la supervivencia», añade otra de las investigadoras, Kristen Batich.

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