¿Por qué se nos pone esa cara de sueño por la mañana?
El mal funcionamiento de una hormona tiene la culpa; pero el responsable último es una mala calidad de tu descanso
Suena el despertador y, aletargado, te diriges al baño. La claridad apenas te deja abrir los ojos. Y así, casi sin querer, encuentras en el espejo una mala versión del rostro que dejaste antes de entrar a la cama: ojos caídos, cara hinchada, piel apagada e incluso alguna rojez.
Las consecuencias de un mal sueño (o no el mejor) provocan lucir una imagen desmejorada del «espejo del alma». Lo que sucede en esas horas de cama es lo que modifica tu apariencia; un desastre que cada mañana tratas de «despejar» antes de salir a la calle. Durante la primera mitad de la noche se segrega la hormona del crecimiento, entre cuyas funciones destaca la reparación tisular (un proceso complejo en el que la pielse autorepara). Tal y como explica el Director de la Clínica del Sueño Estivill , Eduard Estivill, «si dormimos poco o mal, esta hormona no funciona correctamente y es la responsable de nuestras ojeras y de nuestra mala cara».
La piel es el termómetro de cómo ha sido la calidad del sueño durante la noche que termina. Si cada mañana al amanecer nos preguntamos por qué tenemos mala cara, la respuesta la debemos buscar en los hábitos nocturnos y en cómo dormimos . Y si realmente las horas que dormimos son suficientes o no.
El especialista en sueño, el doctor Estivill, a este respecto destaca que algunas personas necesitan dormir «demasiado». El motivo que él encuentra es claro: «Su sueño es de mala calidad, lo que repercute en su piel». Para los demás recomienda dormir las horas que sean necesarias, normalmente ocho los adultos, y hacer el mayor esfuerzo en buscar que el descanso sea de buena calidad.
Posturas para eliminar las ojeras
Por mucho que en decenas de foros de internet se asegure que existen posturas mejores y peores para evitar las ojeras, el doctor Estivill asegura que no está estudiado científicamente la relación entre una postura determinada y despertar con menor cara de sueño o de cansancio. Aunque sí que aconseja un postura para descansar mejor: «Sabemos que la posición que favorece un mejor descanso es de lado».
Otro consejo clave: «Hay que evitar dormir boca arriba, porque puede propiciar el ronquido y, consecuentemente, el mal dormir». Es todo una cadena: el ronquido impide un descanso adecuado, el mal sueño hace que la hormona de crecimiento no funcione correctamente, y esta disfunción hace que la reparación tisular no sea la óptima lo que hace que nos encontremos frente al espejo con la misma cara de sueño cada mañana.
Para entonces más de uno recordará a ese compañero de trabajo, a esa persona que siempre ve en el autobús, a algún conocido que aparece siempre con ojeras día tras día. «El tener ojeras puede ser por características genéticas de la forma de la cara –advierte el especialista– pero la única causa relacionada entre el sueño y las ojeras es dormir poco o mal».
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