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«Operar» el ictus reduce las secuelas y la discapacidad de los enfermos

Un estudio europeo demuestra que eliminar el coágulo y colocar un «stent» como se hace en los ataques al corazón es más eficaz que utilizar medicamentos para disolver la obstrucción

«Operar» el ictus reduce las secuelas y la discapacidad de los enfermos ABC

N. RAMÍREZ DE CASTRO

Abrir las arterias cuando están obstruidas y colocar una especie de malla metálica («stent») salva vidas y reduce los daños de un ataque al corazón. Pero todavía había dudas sobre las ventajas de aplicar la misma estrategia en los vasos sanguíneos del cerebro cuando el infarto (ictus) se produce en el cerebro. Un estudio europeo, publicado en «New England Journal of Medicine» ha acabado con los recelos. Ha demostrado que la mayoría de los pacientes con ictus grave logran una mejor y más rápida recuperación si se elimina la obstrucción con rapidez haciendo una pequeña intervención. Esto es, capturar el coágulo y extraerlo con un catéter y después dejar alojada la prótesis para que no se vuelva a obstruir.

El catéter se inserta en un vaso sanguíneo a través de una pequeña abertura en la ingle y desde allí los cirujanos avanzan hacia una arteria en el cuello. Desde allí , un catéter delgado navega hacia la arteria bloqueada en el cerebro. Esta maniobra delicada la hacen neurorradiólogos y siempre acompañado de dispositivos de imagen para vigilar el avance del catéter.

Menos secuelas

La investigación, en la que han participado 19 hospitales y 500 pacientes, entre ellos españoles, demuestra que los pacientes operados sufrirán menos daño cerebral, tendrán menos secuelas neurológicas y, por tanto, mejor calidad de vida.

Las secuelas de un ictus pueden ser muy graves. Van desde problemas en el habla y el lenguaje, hasta incluso la parálización de parte del cuerpo. Sin un buen tratamiento a tiempo la discapacidad puede ser muy severa.

Hasta la fecha, la práctica más utilizada es intentar disolver el trombo con medicamentos suministrados por vía intravenosa, pero este tratamiento es efectivo en tan solo 1 de cada 10 enfermos y cuando el ictus no es muy grave.

Devolver a la normalidad

Antonio Moreno, jefe de Neurorradiología Intervencionista del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia) considera un «hito» esta investigación. Moreno, que ha participado en el estudio europeo, cree que se muestra que «se puede tratar con esta estrategia a un mayor número de pacientes y lo que es más importante, devolverles también en un mayor número a su vida normal».

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